Absolutamente todos tenemos un "principio".
Siempre que empezamos algo nuevo hay dos sentimientos; el miedo a comenzar algo nuevo y salir de nuestra zona de confort y la emoción por introducir una novedad que tal vez nos cambie la vida.
Particularmente, cuando voy a empezar algo nuevo, en mi interior coexisten esos dos sentimientos. Son como dos voces que hablan a la vez y que no me dejan escucharlas claramente y al final siempre gana una, un gran porcentaje es la vocecita que me dice que siga adelante y que no pare, pero hay otras veces que gana la mala.
Si a vosotros os pasa igual que a mí, no pasa nada porque algunas veces gane el miedo, es natural tener miedo pero si queréis darle en las narices repetid conmigo "hasta que el miedo me tenga miedo".
Es una frase que vi hace poco y que me encantó. Aplicable para cualquier situación 😉
Mis comienzos en la repostería se remontan a cuando todavía estaba en el instituto y aunque el 80% de mi tiempo lo ocupaba en salir con mis amigos y en estudiar pues algún ratillo me quedaba para experimentar un poco con el horno.
Primero empecé haciendo sólo cupakes, los veía mucho más fáciles de hacer que una gran tarta, para mí eran minitartitas que podía decorar como quisiera y con menos ingredientes que una tarta.
Empecé en el mundo de la repostería porque quería que todos a mi alrededor probaran, aunque fuera una vez, mis postres, al fin y al cabo a nadie le amarga un dulce y sobre todo si es su dulce preferido.
Había hecho cupcakes con crema y decorados con sprinkles, me había iniciado en el inmenso mundo de las tartas, primero con chocolate y después con nata, más tarde con otro tipo de cremas.
Hasta que un día alguien me encargó mi primera tarta de fondant.
Tuve que comprar todo el fondant desde cero porque había intentado teñirlo y con los colorantes que antaño usaba no quedaba bien.
A parte, tuve que improvisar un rodillo grande de fondant que me ha durado hasta que por fin encontré de los centímetros que necesitaba.
Fue como hacer una tarta de fondant de manera muy rústica.
Todo un auténtico caos si no sabes por donde empezar 😂
Tarta Campo de Fútbol de Fondant
Vamos desde el principio, desde el interior de la tarta 😊
1. Bizcocho: lo único que había oído del fondant es que era muy dulce, así que mi idea era un bizcocho que apenas tuviera sabor, yo los llamo bizcochos esponjas y en ese entonces el único que sabía hacer el del Brazo de Gitano, así que hice dos planchas y después las igualé.
Además, tenían la forma rectangular perfecta.
Mas tarde me di cuenta que usar este tipo de bizcochos para fondant era un error porque son muy blanditos y el fondant necesita un bizcocho pesado para aguantar el peso de la capa de fondant que se le ponga.
2. Relleno: mi experiencia con rellenos era muy corta, chocolate o nata. Sabía que no podía rellenar con nata por si empezaba a desuerar, además, la veía muy frágil para aguantar los bizcochos y el fondant, llegué a la misma conclusión que con los bizcochos.
Así que la rellené de ganaché de chocolate, que yo ni sabía que era.
3. Cobertura: desde que hice mi primer cupcake discutí con la mantequilla, no éramos muy buenas amigas, y la verdad es que ahora ahí estamos.
No me gusta nada el sabor de la mantequilla cruda y hace años cuando la olía me entraba un malestar horrible, ahora me voy a acostumbrando poco a poco e incluso como algunas cremas con mantequilla.
Pues como la mantequilla y yo no nos llevábamos bien, "mojé" la tarta en dulce de leche para que el fondant se pegara. Como el fondant no era lo suficientemente dulce pues le puse dulce de leche para compensarlo 😂
4. Fondant: como ya os he dicho antes compré el fondant verde directamente porque me desesperé intentando teñir el blanco en verde. Como no sabia cuántas pastillas tenía que usar compré unas 5 de 250gr, que después me sobraron bastante pero mejor pasarse que no llegar.
Para juntar todo el fondant y después estirarlo os digo que fue una odisea.
Primero, el fondant estaba durísimo, después, no tenía un rodillo de esas dimensiones y tuve que improvisar uno que todavía sigue rodando por mi casa (ya no lo uso como rodillo), tuve que estirarlo dos veces porque no me llegaba de un lado y estaba estirado irregularmente.
Cuando acabé de estirarlo me dolían a horrores las manos y el dedo gordo de la mano derecha estuvo hinchado durante una semana, vamos que ya iba pensando que las tartas de fondant no estaban pagadas 😐
Después puse el fondant sobre la tarta y fui alisándolo con la paleta alisadora, intentando que los bordes casaran, con paciencia y con cuidado, llegados a este punto lo último que quería era fastidiarla.
Por fin tenía la cobertura hecha, me faltó llorar de la alegría 😊
5. Decoración: esta fue la parte más fácil y más tranquila. Hice los líneas blancas de los bordes y del centro con una regla porque las líneas rectas y yo tampoco nos llevamos bien. Las pegué con un poco de agua.
Las porterías las hizo mi madre con un poco de rejilla para el jardín, la verdad es que dan el pego 😉
Imprimí algunos banderines de fútbol, los recorté y los puse en la tarta, al menos no estaba tan vacía ni tan sosa.
Intenté buscar algunos jugadores de plástico pero no me dio tiempo 😓
Bueno, para ser la primera no está mal ¿verdad?
Al menos para mí fue todo un logro conseguir ese resultado, que lo veo ahora y pienso en todo lo que está mal y se podría mejorar, pero era la primera que hacía, no había visto hacer ninguna y estaba muy verde.
Como ya he dicho, todos tenemos un "principio" y no está mal recordarlo de vez en cuando para saber de donde venimos y cómo empezamos el camino.
¿Recordáis cómo empezasteis en lo que os gusta? 😉
¡Hasta pronto!
martes, 27 de febrero de 2018
viernes, 23 de febrero de 2018
Pasión por el chocolate ¡Tarta Sacher!
En el mundo hay tres tipos de personas; quienes les encanta el chocolate negro, los que lo odian y los que odian completamente cualquier tipo de chocolate.
He conocido una persona de cada grupo y cuando conocí a quien odiaba cualquier tipo de chocolate la verdad es que me quedé perpleja ¿cómo alguien podía odiar el chocolate?
De todos modos no creo que sea un sentimiento tan fuerte como odiar, más bien es un "no me gusta" o "prefiero otro sabor".
En mi casa, por suerte, nos gusta el chocolate. A algunos el negro y a otros el que lleva leche, pero nos gusta el chocolate.
Para los que me seguís en Instagram, el miércoles publiqué en las Stories que era el cumpleaños de mi padre y siempre intento hacerle una tarta de chocolate negro porque a él le encanta, además, como es diabético, el chocolate negro le viene bien porque no es tan dulce como otros.
Ya sabéis que una onza de chocolate negro es muy bueno para la salud.
La primera tarta que se me viene a la cabeza cuando me dicen que nombre una tarta de chocolate negro es la famosa y tradicional Tarta Sacher.
He de reconocer que he probado muy pocas, poquísimas, y de momento la que más me gusta ha sido la que yo he hecho, y ya es decir porque siempre le pongo pegas a cualquier postre que hago.
Todos los años he querido hacerle una Sacher auténtica para que disfrute del chocolate negro pero siempre me faltaba algún ingrediente, sin embargo, este año no, me he organizado con mucho tiempo de antelación y la he hecho como la original.
Y es que 70 años no se cumplen todos los días, así que por ese día tan especial, se merece una Tarta Sacher auténtica.
La receta es del blog de La receta de la Felicidad, os recomiendo que le echéis un ojo, tiene recetas de todo tipo y la verdad es que son muy sencillas.
Tarta Sacher
Bizcocho
Ingredientes:
- 6 huevos M
- 200 gr de azúcar
- 150 gr de mantequilla
- 150 gr de chocolate negro con al menos el 55% de cacao
- 150 gr de harina bizcochona (145 gr harina normal + 1 cucharadita levadura)
- 50 gr de almendra molida
Relleno
Ingredientes:
- 200 gr mermelada albaricoque
Glaseado Chocolate
Ingredientes:
- 200 gr chocolate negro cobertura con al meno el 55% de cacao
- 200 ml nata para montar
- 50 gr de mantequilla
Decoración
Ingredientes:
- Virutas de chocolate blanco
- Chocolate blanco
- Colorante gris en polvo
Comenzamos con el bizcocho. Precalentamos el horno a 190ºC y preparamos el molde, yo he usado uno de 18 cm aunque la receta es para uno de 20 cm pero se adapta muy bien.
Primero fundimos el chocolate con la mantequilla, lo podéis hacer junto o por separado. Dejamos que enfríe mientras batimos los huevos con el azúcar hasta que tripliquen su volumen, más o menos tardará entre 5 - 10 minutos.
Añadimos el chocolate que ya se habrá enfriado, lo mezclamos con una espátula con cuidado de no bajar los huevos.
Mezclamos la harina con la almendra y lo tamizamos, lo añadimos a la mezcla de chocolate con cuidado mientras mezclamos con movimientos envolventes hasta tener todo integrado y con cuidado de no bajar la mezcla.
Lo vertemos en el molde y horneamos unos 45 minutos, cuando veáis que el bizcocho ha formado la capa de arriba bajar la temperatura del horno a 180ºC y dejad que siga cociéndose.
Cuando salga lo dejamos enfriar un poco en el molde y después sobre rejilla, o lo podemos envolver en film en caliente hasta que lo vaya a usar, es mejor dejarlo reposar al menos una noche.
Cortamos el bizcocho en las capas que queramos, normalmente se corta en dos capas gruesas pero a mí me salió muy alto y decidí cortarlo en tres capas más o menos gruesas.
Con una espátula echamos el relleno; la mermelada de albaricoque, podéis usar cualquier mermelada pero la original lleva la de albaricoque. Tapamos con el bizcocho y lo pasamos a una rejilla con papel de horno debajo mientras preparamos el glaseado de chocolate.
Para preparar el glaseado troceamos el chocolate y calentamos la nata hasta que empiece a hervir.
Echamos la nata sobre el chocolate y mezclamos hasta que nos quede un glaseado liso sin ningún grumo de chocolate, si os ha quedado algún trocito no pasa nada, lo ponemos al baño María y removemos hasta que se haya derretido por completo.
Derretimos la mantequilla y se la añadimos, veréis que va quedando un glaseado un poco más líquido y sobre todo muy brillante.
Dejamos que temple un poco y lo vertemos sobre el bizcocho para que cubra toda la tarta, no os olvidéis de los bordes, si os quedáis cortas no pasa nada, recoged el chocolate que haya caído en el papel de horno y volved a usarlo. Si veis que en la superficie os salen burbujitas sólo tenéis que explotarlas con un alfiler.
La Tarta debe quedar muy lisa y brillante.
Ahora sólo tenéis que esperar a que se seque un poco para pasarla a vuestro expositor o a otra base.
Para la decoración he usado las virutas de chocolate blanco que os enseñé en el anterior post y un poco de chocolate blanco derretido para hacer las líneas y las letras. Después "pintar" la tarta le eché un poco de colorante plateado en polvo para que le diera un poco más de brillo.
Lo podéis decorar como queráis, con fruta, nata, más chocolate negro... La decoración va a gusto del consumidor.
Es una Tarta muy sencilla pero riquísima, aunque parezca seca, la verdad es que por dentro está muy jugosa y apenas está dulce así que para los que no os gusten los postres muy dulces es vuestra tarta ideal.
Además, aunque lleve chocolate negro tampoco está muy fuerte porque el bizcocho y la nata del glaseado lo rebaja muchísimo.
Espero que si os gusta el chocolate negro probéis esta tarta 😋
¡Hasta pronto! 😊
He conocido una persona de cada grupo y cuando conocí a quien odiaba cualquier tipo de chocolate la verdad es que me quedé perpleja ¿cómo alguien podía odiar el chocolate?
De todos modos no creo que sea un sentimiento tan fuerte como odiar, más bien es un "no me gusta" o "prefiero otro sabor".
En mi casa, por suerte, nos gusta el chocolate. A algunos el negro y a otros el que lleva leche, pero nos gusta el chocolate.
Para los que me seguís en Instagram, el miércoles publiqué en las Stories que era el cumpleaños de mi padre y siempre intento hacerle una tarta de chocolate negro porque a él le encanta, además, como es diabético, el chocolate negro le viene bien porque no es tan dulce como otros.
Ya sabéis que una onza de chocolate negro es muy bueno para la salud.
La primera tarta que se me viene a la cabeza cuando me dicen que nombre una tarta de chocolate negro es la famosa y tradicional Tarta Sacher.
He de reconocer que he probado muy pocas, poquísimas, y de momento la que más me gusta ha sido la que yo he hecho, y ya es decir porque siempre le pongo pegas a cualquier postre que hago.
Todos los años he querido hacerle una Sacher auténtica para que disfrute del chocolate negro pero siempre me faltaba algún ingrediente, sin embargo, este año no, me he organizado con mucho tiempo de antelación y la he hecho como la original.
Y es que 70 años no se cumplen todos los días, así que por ese día tan especial, se merece una Tarta Sacher auténtica.
La receta es del blog de La receta de la Felicidad, os recomiendo que le echéis un ojo, tiene recetas de todo tipo y la verdad es que son muy sencillas.
Tarta Sacher
Bizcocho
Ingredientes:
- 6 huevos M
- 200 gr de azúcar
- 150 gr de mantequilla
- 150 gr de chocolate negro con al menos el 55% de cacao
- 150 gr de harina bizcochona (145 gr harina normal + 1 cucharadita levadura)
- 50 gr de almendra molida
Relleno
Ingredientes:
- 200 gr mermelada albaricoque
Glaseado Chocolate
Ingredientes:
- 200 gr chocolate negro cobertura con al meno el 55% de cacao
- 200 ml nata para montar
- 50 gr de mantequilla
Decoración
Ingredientes:
- Virutas de chocolate blanco
- Chocolate blanco
- Colorante gris en polvo
Comenzamos con el bizcocho. Precalentamos el horno a 190ºC y preparamos el molde, yo he usado uno de 18 cm aunque la receta es para uno de 20 cm pero se adapta muy bien.
Primero fundimos el chocolate con la mantequilla, lo podéis hacer junto o por separado. Dejamos que enfríe mientras batimos los huevos con el azúcar hasta que tripliquen su volumen, más o menos tardará entre 5 - 10 minutos.
Añadimos el chocolate que ya se habrá enfriado, lo mezclamos con una espátula con cuidado de no bajar los huevos.
Mezclamos la harina con la almendra y lo tamizamos, lo añadimos a la mezcla de chocolate con cuidado mientras mezclamos con movimientos envolventes hasta tener todo integrado y con cuidado de no bajar la mezcla.
Lo vertemos en el molde y horneamos unos 45 minutos, cuando veáis que el bizcocho ha formado la capa de arriba bajar la temperatura del horno a 180ºC y dejad que siga cociéndose.
Cuando salga lo dejamos enfriar un poco en el molde y después sobre rejilla, o lo podemos envolver en film en caliente hasta que lo vaya a usar, es mejor dejarlo reposar al menos una noche.
Cortamos el bizcocho en las capas que queramos, normalmente se corta en dos capas gruesas pero a mí me salió muy alto y decidí cortarlo en tres capas más o menos gruesas.
Con una espátula echamos el relleno; la mermelada de albaricoque, podéis usar cualquier mermelada pero la original lleva la de albaricoque. Tapamos con el bizcocho y lo pasamos a una rejilla con papel de horno debajo mientras preparamos el glaseado de chocolate.
Para preparar el glaseado troceamos el chocolate y calentamos la nata hasta que empiece a hervir.
Echamos la nata sobre el chocolate y mezclamos hasta que nos quede un glaseado liso sin ningún grumo de chocolate, si os ha quedado algún trocito no pasa nada, lo ponemos al baño María y removemos hasta que se haya derretido por completo.
Derretimos la mantequilla y se la añadimos, veréis que va quedando un glaseado un poco más líquido y sobre todo muy brillante.
Dejamos que temple un poco y lo vertemos sobre el bizcocho para que cubra toda la tarta, no os olvidéis de los bordes, si os quedáis cortas no pasa nada, recoged el chocolate que haya caído en el papel de horno y volved a usarlo. Si veis que en la superficie os salen burbujitas sólo tenéis que explotarlas con un alfiler.
La Tarta debe quedar muy lisa y brillante.
Ahora sólo tenéis que esperar a que se seque un poco para pasarla a vuestro expositor o a otra base.
Para la decoración he usado las virutas de chocolate blanco que os enseñé en el anterior post y un poco de chocolate blanco derretido para hacer las líneas y las letras. Después "pintar" la tarta le eché un poco de colorante plateado en polvo para que le diera un poco más de brillo.
Lo podéis decorar como queráis, con fruta, nata, más chocolate negro... La decoración va a gusto del consumidor.
Es una Tarta muy sencilla pero riquísima, aunque parezca seca, la verdad es que por dentro está muy jugosa y apenas está dulce así que para los que no os gusten los postres muy dulces es vuestra tarta ideal.
Además, aunque lleve chocolate negro tampoco está muy fuerte porque el bizcocho y la nata del glaseado lo rebaja muchísimo.
Espero que si os gusta el chocolate negro probéis esta tarta 😋
¡Hasta pronto! 😊
martes, 20 de febrero de 2018
Decoraciones fáciles ¡Virutas de Chocolate!
Me encantan las decoraciones con chocolate.
Por suerte, cuando estuve de prácticas en CalaMillor pude ver muchas decoraciones con chocolate, desde los canutillos hasta chocolate de colores.
Cada vez que me tocaba ayudar a la persona que se encargaba del chocolate me emocionaba pensar en lo que aprendería ese día.
En el Grado Superior tenía una parte en la asignatura de Pastelería para atemperar chocolate pero, por desgracia, nunca pude llegar a esa parte así que no sé "nada" sobre chocolate.
Pero eso se puede arreglar y es que tengo un curso de atemperar chocolate entre manos, muy pronto os daré más detalles 😉
Se pueden hacer muchísimas decoraciones con chocolate si sabes trabajarlo bien pero si os pasa como a mí que apenas tenéis nociones sobre el chocolate pues hacemos decoraciones simples pero que quedan muy bonitas.
Hay cientos de vídeos que os enseñan cómo hacer decoraciones con chocolate, muchos tutoriales por internet, os recomiendo que lo intentéis porque hasta que no os pongáis con ello nunca sabréis si es muy difícil o muy fácil.
Hoy vamos a hacer virutas o canutillos de chocolate, son muy fáciles de hacer pero hay que coger el punto de la "técnica".
Virutas de Chocolate
Ingredientes:
- Chocolate
Utensilios:
- Pelador
Podemos usar cualquier tipo de chocolate (blanco, negro o con leche)
Partimos un trozo más o menos como tres dedos de ancho y el dedo anular de largo, lo envolvemos en film y metemos en la nevera hasta que esté bien frío.
Lo sacamos y con el pelador empezamos a pasarlo, apretando un poco, por la parte más larga, veremos que al principio se rompe pero según vayamos pasando el pelador se irán formando los canutillos enteros.
Los guardaremos en un bote hermético en la nevera o en cualquier tarro de sprinkles que os sobre, pero es importante que sea en la nevera para que se endurezcan bien.
¡Y ya está!
Requiere un poco de tiempo y muchos intento pero seguro que lo acabaréis cogiendo en un seguro.
Además, según vayáis haciendo más, el chocolate se irá calentando poco a poco y las virutas saldrán mucho mejor que recién sacado de la nevera.
Si se os calienta mucho, volved a meterlo en la nevera y esperad un poco hasta volver a intentarlo.
¡Hasta pronto!😊
Por suerte, cuando estuve de prácticas en CalaMillor pude ver muchas decoraciones con chocolate, desde los canutillos hasta chocolate de colores.
Cada vez que me tocaba ayudar a la persona que se encargaba del chocolate me emocionaba pensar en lo que aprendería ese día.
En el Grado Superior tenía una parte en la asignatura de Pastelería para atemperar chocolate pero, por desgracia, nunca pude llegar a esa parte así que no sé "nada" sobre chocolate.
Pero eso se puede arreglar y es que tengo un curso de atemperar chocolate entre manos, muy pronto os daré más detalles 😉
Se pueden hacer muchísimas decoraciones con chocolate si sabes trabajarlo bien pero si os pasa como a mí que apenas tenéis nociones sobre el chocolate pues hacemos decoraciones simples pero que quedan muy bonitas.
Hay cientos de vídeos que os enseñan cómo hacer decoraciones con chocolate, muchos tutoriales por internet, os recomiendo que lo intentéis porque hasta que no os pongáis con ello nunca sabréis si es muy difícil o muy fácil.
Hoy vamos a hacer virutas o canutillos de chocolate, son muy fáciles de hacer pero hay que coger el punto de la "técnica".
Virutas de Chocolate
Ingredientes:
- Chocolate
Utensilios:
- Pelador
Podemos usar cualquier tipo de chocolate (blanco, negro o con leche)
Partimos un trozo más o menos como tres dedos de ancho y el dedo anular de largo, lo envolvemos en film y metemos en la nevera hasta que esté bien frío.
Lo sacamos y con el pelador empezamos a pasarlo, apretando un poco, por la parte más larga, veremos que al principio se rompe pero según vayamos pasando el pelador se irán formando los canutillos enteros.
Los guardaremos en un bote hermético en la nevera o en cualquier tarro de sprinkles que os sobre, pero es importante que sea en la nevera para que se endurezcan bien.
¡Y ya está!
Requiere un poco de tiempo y muchos intento pero seguro que lo acabaréis cogiendo en un seguro.
Además, según vayáis haciendo más, el chocolate se irá calentando poco a poco y las virutas saldrán mucho mejor que recién sacado de la nevera.
Si se os calienta mucho, volved a meterlo en la nevera y esperad un poco hasta volver a intentarlo.
¡Hasta pronto!😊
viernes, 16 de febrero de 2018
Placer Adulto: Tarta de Chocolate, Café y Baileys
Me encantan los retos.
Al principio me desesperaban las personas que me encargaban tartas y cuando les preguntaba de qué sabor la querían me contestaban "del sabor que quieras".
Obviamente mis gustos y los de los demás pueden coincidir o no y cada uno tenemos un gusto para el dulce muy diferente.
Me sentía muy perdida porque no sabía por donde empezar así que desde entonces siempre pido al menos un ingrediente para incluir en la tarta.
Es mucho más fácil hacer un postre sabiendo al menos un ingrediente porque sabes con qué combinarlo y qué otros ingredientes van mejor.
Pues esta tarta tiene tres cosas que combinan a la perfección: Chocolate, Café y Baileys.
La tenía apuntada para hacer desde hace mucho tiempo y por fin me he animado a hacerla.
El resultado es increíble, aunque al principio parezca un poco engorrosa por la cantidad de elementos que lleva es muy fácil de hacer, no es nada que no hayamos hecho antes, sólo hay que dedicarle un poco de tiempo.
Esta receta es del blog The Sweetest Taste, os dejo el link aquí. Hay muchísimas recetas increíbles que recomiendo que miréis 😉
Tarta de Chocolate, Café y Baileys
Bizcocho
- 300 ml de aceite
- 150 gr de azúcar blanco
- 150 gr de azúcar moreno
- 5 huevos M
- 2 cucharadas melaza/miel
- 230 gr de harina trigo
- 70 gr de cacao
- 3 cucharaditas de levadura
Almíbar
Ingredientes:
-100 gr de azúcar blanco
- 75 ml de café
- 50 ml de Baileys
Crema
Ingredientes:
- 4 claras M
- 265 gr de azúcar moreno
- 335 gr mantequilla a temperatura ambiente
- 2 cucharadas de Baileys
Ganache
Ingredientes:
- 80 gr chocolate negro
- 50 gr mantequilla
Para el procedimiento lo vamos a separar en pasos para que sea mucho más fácil elaborar esta receta.
1. Bizcocho:
Precalentamos el horno a 180ºC y preparamos el molde, la receta es para un molde de 15cm pero yo he usado uno de 18cm.
Tamizamos la harina, el cacao y la levadura.
Mezclamos el aceite y los azúcares hasta que la mezcla sea homogénea, añadimos los huevos uno a uno mientras batimos hasta que se integre.
Incorporamos la mezcla de la harina y batimos lo mínimo posible hasta que tengamos una masa homogéna.
Lo echamos en el molde y horneamos 30-35 minutos aunque el mío estuvo cerca de dos horas porque no terminaba de hacerse en el centro, de todos modos suelen estar entre 1 hora y 1 hora y cuarto en el horno, cuidado con abrir el horno antes de tiempo.
Dejamos enfriar sobre rejilla y conservamos tapado con film.
2. Almíbar:
Esto lo podéis hacer mientras se hornea el bizcocho.
Ponemos el café con el azúcar en el fuego, dejamos que hierva y que el azúcar se disuelva. Lo retiramos del fuego y le añadimos el Baileys. Enfriamos la mezcla y lo pasamos a un biberón.
3. Crema:
Ponemos las claras junto con el azúcar moreno en un baño María mientras removemos hasta que se disuelva el azúcar sin que las claras se cuajen.
Pasamos las claras a la batidora y las montamos hasta que enfríen y tengamos un merengue bien firme.
Añadimos la mantequilla a temperatura ambiente en trocitos mientras batimos a velocidad máxima, seguimos batiendo durante 10 minutos aproximadamente o hasta que tenga una textura sedosa.
No os alarméis si se os corta durante el proceso, con el batido se arregla, lo prometo.
Le añadimos el Baileys y batimos un poco más para integrar.
4. Ganache:
Derretimos el chocolate y la mantequilla, mezclamos y dejamos templar, lo echamos poco a poco encima de la tarta para crear el efecto drip.
Montaje
Desmoldamos el bizcocho y lo cortamos en las capas que queramos, a mí me salieron 3 capas.
Sobre una base de tartas ponemos la primera capa, la mojamos con el almíbar y extendemos crema, lo alisamos y colocamos la siguiente capa.
De nuevo echamos almíbar y después crema. Repetimos el mismo proceso con todas las capas que tengamos menos en la última que será la parte superior de nuestra tarta.
Empezamos a cubrir nuestra tarta con la crema por los lados y por la parte superior, alisamos. La primera capa de crema es de sujetamigas, la metemos en la nevera para que endurezca y después seguimos cubriéndola con crema y alisándola hasta que obtengamos unas capas lisas.
Guardamos un poco de crema y la metemos en una manga pastelera con la boquilla que queramos.
He decorado los bordes con unos fideos de chocolate bien pegados y además he hecho unos granos de café de chocolate negro para decorar la parte superior.
Echamos la ganache dejando que caigan algunas gotas para crear el efecto drip, dejamos que seque un poco antes de terminarla.
Con la crema que hemos metido en la manga decoramos la parte superior como más queramos, encima les he puesto los granos de café de chocolate para terminar de decorar.
Aunque es una receta un poco larga es porque tiene muchas partes pero el procedimiento es muy fácil y el resultado es delicioso, si tenéis a alguien que le guste el sabor del Baileys esta tarta le va a encantar.
(Si no tenéis Baileys, en el Mercadona hay un sucedáneo que le da el mismo sabor y vale un poco más barato.)
¡Hasta pronto! 😊
martes, 13 de febrero de 2018
Love is baking! ❤
Hoy es Martes 13 y aunque es un día de "mala suerte" parece que se olvida porque estamos pre-San Valentin.
Y es que no sólo es el día de las parejas y de los enamorados, es el día del amor en general, da igual cómo lo quieras expresar y a quien, lo importante es que "all you need is love" y si es tu mascota quien te da ese amor pues hazle un regalito porque se lo merece, como tú.
Nos encerramos en que el amor sólo puede ser de pareja pero hay cientos de amores a nuestro alrededor, el amor de nuestra familia, de nuestros amigos, de nuestra mascota, de esa persona que aunque no tengáis una relación, conectáis. El amor hacia cualquier cosa que te guste en el mundo, la música, el dibujo, cantar o la repostería 😉
No sé si sabéis que quien tiene un cocinero/repostero en su vida tiene un tesoro porque si ya de serie nos gusta cocinar, imaginad cuántas ganas y cariño vamos a poner en preparar un plato para esas personas que queremos.
La cocina es 50% química y 50% amor.
Como buena repostera me encanta hornear cositas y si es para que los demás las prueben pues mejor aún y aunque día a día intento demostrar con mis postres cuanto amor he puesto en ellos pues parece que en San Valentin hay que poner más ganas y una cucharadita más de amor.
Así id calentando el horno que seguro que mañana tenéis mucho amor que dar y que mejor forma de hacerlo que con estos bizcochos de Chocolate y Canela de la mano de Alma Obregón.
Bizcochos de Chocolate y Canela
Ingredientes:
-100 ml de aceite de oliva
- 2 huevos
- 120 gr de azúcar moreno
- 115 ml de nata
- 20 ml de azúcar invertido
- 120 gr de harina
- 35 gr de cacao en polvo
- 1 cucharadita de levadura química
- 1/2 cucharadita de bicarbonato
- 2 cucharaditas de canela
He usado unos moldes de cartón en forma de corazón y con esta receta me han salido 4, igualmente podéis hacer cupcakes en forma de corazón y os saldrán más.
Empezamos mezclando los 5 primeros ingredientes hasta tener una masa homogénea, reservamos.
A parte, tamizamos la harina, el cacao en polvo, la levadura, el bicarbonato y la canela junto.
Se lo añadimos a la mezcla anterior y batimos lo menos posible, sólo lo necesario para que se integre.
Lo echamos en las cápsulas o en los moldes que queramos y horneamos a 180ºC durante 20-25 minutos si son cupcakes o 40 minutos si son moldes como los míos, de todos modos a partir de los 25 minutos comprobad si están hechos.
Dejamos enfriar sobre rejilla y después decoramos con nata, fruta, sprinkles, fondant, buttercream... ¡hay cientos de posibilidades!
Las decoraciones son de fondant y las he hecho con un cortador pequeño de corazón y con un sello para galletas, los podéis encontrar en cualquier tienda de repostería o en Tiger y Casa Shops.
Espero que sorprendáis a mucha gente con estos deliciosos bizcochitos y que os sorprendan a vosotros, que nunca viene mal recibir algún regalito 😊
Hasta pronto! :)
viernes, 9 de febrero de 2018
Postres tradicionales: ¡Natillas Caseras!
Esta semana tenemos postres tradicionales.
Y es que aunque nos lo sirvan en restaurantes no hay nada como los postres hechos por nosotros mismos.
Aunque los que hacían las abuelas y después las madres están... de 10.
Pero hay que aprender de ellas, y aunque la repostería cambia constantemente nunca está de más aprender los postres tradicionales tal cual los hacían ellas porque al fin y al cabo, esos postres son la base de la repostería actual.
Aunque en el grado superior de Dirección de Cocina tenía una asignatura de pastelería y repostería, no nos enseñaron las recetas básicas, simplemente empezamos a cocinar. Nos daban recetas, debíamos entenderlas y aprenderlas para después ponerlas en práctica así que básicamente era un "sálvese quien pueda"
Una parte buena es que nos recomendaban libros, a parte de toda la biblioteca que tengo pues uno más no pasa nada.
Uno de esos libros fue Panadería y Pastelería de Juan Pablo Humanes, aunque es un poco caro es una gran inversión porque explica lo más básico de la pastelería como su historia, las materias primas, los negocios, recetas básicas y algunas recetas más complejas.
Lo podéis comprar aquí.
La receta de hoy la he sacado de ese libro, la hice una vez en mis prácticas de cocina y salió deliciosa así que para continuar con los postres tradicionales qué mejor receta que unas Natillas con sus Galleta María encima y su canela en polvo 😋
Ingredientes:
- 500 ml de leche
- 125gr - 150gr de azúcar
- 10gr - 15gr de maicena
- 3 - 4 yemas
- Piel de 1 limón
- Dos ramitas de canela
Antes de empezar, hay cantidades que no están fijas podéis elegir cuánto echar de cada una pero sed consecuentes, no echéis la máxima cantidad de azúcar y la mínima de maicena o yemas, más o menos buscad el equilibrio y para la siguiente podréis cambiar las proporciones.
Empezamos mezclando la leche con el limón y la canela, lo ponemos al fuego y dejamos que infusione hasta que la leche empiece a hervir.
Mientas, mezclamos el azúcar, las yemas y la maicena. Sólo mezclamos, no hay que batir.
Cuando la leche hierva la colamos para quitar los aromas y la echamos en el bol mientras batimos con las varillas, tenemos que disolver la mezcla de azúcar hasta que esté totalmente clara.
Ponemos la mezcla al fuego y removemos rascando en el fondo con una espátula o una cuchara de madera para evitar que se pegue.
La mezcla no tiene que llegar a hervir, debe espesar lentamente mientras removemos, esto lleva unos minutos, no desesperéis que al final espesa.
Lo echamos en los recipientes que queramos y servimos calientes con su galleta y la canela o dejamos enfriar en los recipientes tapados a piel con film para comerlas en frío, más tarde le ponemos la galleta y la canela.
Es una receta muy fácil así que ya podéis olvidaros de comprar natillas instantáneas porque cuando probéis estas no vais a querer cambiarlas 😉
¡Hasta pronto! 😊
martes, 6 de febrero de 2018
Postres calentitos; ¡Arroz con leche!
¡Menuda semana de frío!
Aunque ya lo estuvieron avisando seguro que a más de uno le pilló de sorpresa las nevadas del domingo y del lunes.
Por desgracia, vivo en un pueblo en el que llueve antes de nevar y no cuaja pero la nevada de ayer me pilló fuera de casa y vi cómo cuajaba, si es que me encanta la nieve 😊
Por suerte para algunos, hoy ya hace sol aunque el aire es bastante frío y las temperaturas no ayudan. La mejor opción es quedarse en casa aunque si no puedes te recomiendo que te abrigues muy bien.
Desde que las temperaturas bajaron drásticamente en mi casa se come caliente; un puré por aquí, sopita por allá... Y es que sienta muy bien un caldito calentito con lo que está cayendo fuera. Además, si es el caldito del cocido de mamá, mejor.
Respecto a los postres, esta semana apenas he podido experimentar pero sí que hay un postre que os quiero enseñar que me encanta comerlo casi recién hecho por los aromas que desprende 😉
Se trata del Arroz con Leche.
Es uno de mis postres favoritos, junto con el tiramisú, y cuando lo hace mi madre me encanta desde que empieza hasta que lo acaba porque durante el proceso huele de maravilla. Me encanta el olor de las especias dulces mezclándose con la leche caliente y sobre todo, adoro cuando se echa, al final, la canela.
Además, mi madre mezcla sacarina en polvo con canela y le da un toque muy bueno al postre 😋
La receta que os pongo hoy fue una de las primeras que me dieron en el Grado Superior de Dirección en Cocina y la guardo con mucho cariño porque fue uno de los primeros postres que hice allí.
Arroz con Leche
Ingredientes:
- 1 litro de leche
- 150 gr de arroz
- 200 gr de azúcar
- Ralladura de 1 limón
- Canela en rama
- 2 yemas (opcional)
- Canela en polvo
Empezamos lavando y blanqueando el arroz, es decir, lo cocemos en agua durante 4-5 minutos para quitarle parte del almidón.
Mientras, infusionamos la leche con la ralladura de limón y la canela en rama. Cuando empiece a hervir lo retiramos del fuego y lo colamos para quitar el limón y la canela. Cuando uso un palo grande de canela lo dejo hervir con el arroz para que le dé más sabor.
Echamos el arroz en la leche y dejamos que cueza a fuego medio durante 35-40 minutos con cuidado para que no se pegue.
Cuando le queden 5 minutos lo retiramos del fuego y le echamos el azúcar, removemos para que se disuelva y el sabor sea uniforme.
Dejamos que temple y le añadimos las yemas, removemos para que se integre.
Servimos en vasitos individuales, en una gran fuente o en boles de barro para compartir. Le echamos un poco de canela por encima.
Espero que disfrutéis de esta gran y tradicional postre, y ya sabéis, modo cebolla ON 😄
Hasta pronto! :)
Aunque ya lo estuvieron avisando seguro que a más de uno le pilló de sorpresa las nevadas del domingo y del lunes.
Por desgracia, vivo en un pueblo en el que llueve antes de nevar y no cuaja pero la nevada de ayer me pilló fuera de casa y vi cómo cuajaba, si es que me encanta la nieve 😊
Por suerte para algunos, hoy ya hace sol aunque el aire es bastante frío y las temperaturas no ayudan. La mejor opción es quedarse en casa aunque si no puedes te recomiendo que te abrigues muy bien.
Desde que las temperaturas bajaron drásticamente en mi casa se come caliente; un puré por aquí, sopita por allá... Y es que sienta muy bien un caldito calentito con lo que está cayendo fuera. Además, si es el caldito del cocido de mamá, mejor.
Respecto a los postres, esta semana apenas he podido experimentar pero sí que hay un postre que os quiero enseñar que me encanta comerlo casi recién hecho por los aromas que desprende 😉
Se trata del Arroz con Leche.
Es uno de mis postres favoritos, junto con el tiramisú, y cuando lo hace mi madre me encanta desde que empieza hasta que lo acaba porque durante el proceso huele de maravilla. Me encanta el olor de las especias dulces mezclándose con la leche caliente y sobre todo, adoro cuando se echa, al final, la canela.
Además, mi madre mezcla sacarina en polvo con canela y le da un toque muy bueno al postre 😋
La receta que os pongo hoy fue una de las primeras que me dieron en el Grado Superior de Dirección en Cocina y la guardo con mucho cariño porque fue uno de los primeros postres que hice allí.
Arroz con Leche
Ingredientes:
- 1 litro de leche
- 150 gr de arroz
- 200 gr de azúcar
- Ralladura de 1 limón
- Canela en rama
- 2 yemas (opcional)
- Canela en polvo
Empezamos lavando y blanqueando el arroz, es decir, lo cocemos en agua durante 4-5 minutos para quitarle parte del almidón.
Mientras, infusionamos la leche con la ralladura de limón y la canela en rama. Cuando empiece a hervir lo retiramos del fuego y lo colamos para quitar el limón y la canela. Cuando uso un palo grande de canela lo dejo hervir con el arroz para que le dé más sabor.
Echamos el arroz en la leche y dejamos que cueza a fuego medio durante 35-40 minutos con cuidado para que no se pegue.
Cuando le queden 5 minutos lo retiramos del fuego y le echamos el azúcar, removemos para que se disuelva y el sabor sea uniforme.
Dejamos que temple y le añadimos las yemas, removemos para que se integre.
Servimos en vasitos individuales, en una gran fuente o en boles de barro para compartir. Le echamos un poco de canela por encima.
Espero que disfrutéis de esta gran y tradicional postre, y ya sabéis, modo cebolla ON 😄
Hasta pronto! :)
viernes, 2 de febrero de 2018
¡Feliz Día de la Candelaria!
Hoy es un unos de los días que más me gustan de todo el año.
Y aunque parezca una tontería y muchas personas no sepan qué día es hoy o no conozcan la tradición, yo llevo muchísimos años celebrando la Candelaria.
Desde que empecé a estudiar francés en el instituto, siempre he marcado el día 2 de febrero en la agenda porque, a parte de no dar clase, que a todos nos emocionaba, comíamos crêpes y en esa edad cualquier cosa era mejor que dar clase.
Desde ese día, todos los años celebrábamos la Candelaria, ya fuera en el instituto, más tarde en la Escuela Oficial de Idiomas y después en casa con mi familia y amigos.
Para los que no conozcan esta fiesta os explico un poco el origen. Se celebra la presentación de Jesús en el templo, además se celebraba una procesión de velas que se debían llevar hasta su casa y mantenerlas encendidas. Además, se decía que si no se elaboraban crêpes el trigo de las cosechas se pudriría.
Cualquier excusa es buena para comer estos dulces.
Y es que nos encantan las tortitas o las crêpes, porque aunque tradicionalmente se deben comer crêpes yo hago las dos 😋
En una de mis primeras entradas os di la receta de tortitas que hace mi madre y que están para morirse, os dejo el link aquí.
Como ya sabéis, las tortitas normalmente se comen dulces pero las crêpes son tanto dulces como saladas. Podéis comerlas rellenas de Nutella y almendras o rellenas de jamón y queso, ¡son muy versátiles!
Las que os voy a enseñar hoy son neutras, podéis usarlas para dulce y salado ya que el sabor se lo va a dar el propio relleno.
Crêpes
Ingredientes:
- 250 gr de harina
- 4 huevos
- 500 ml de leche
- 2 cucharadas mantequilla
- 1/2 cucharadita de sal
Con esta receta os saldrán unas 24 crêpes aunque si apuráis la mezcla seguro que os sale alguna más 😉
Fundimos la mantequilla y la dejamos reposar a temperatura ambiente para que pierda un poco el calor.
En un bol mezclamos la harina, la sal y los huevos, batimos hasta que todo esté integrado.
Vertemos la leche despacio mientras continuamos batiendo, debe quedar una masa fluida, lisa y sin grumos. Añadimos la mantequilla fundida, mezclamos y dejamos reposar, tapado con film, durante 2 horas.
Preparamos una sartén antiadherente o engrasada con mantequilla y echamos una cucharada de masa, recordad que las crêpes se caracterizan por ser muy finas. Las cocinamos durante un minuto por ambos lados.
Las rellenamos de lo que queramos; queso, nata, mermelada, embutido, chocolate, fruta... Hay miles de combinaciones 😊
Espero que paséis un buen día de la Candelaria y recordad, dicen que si algo se corta este día crecerá más largo y fuerte durante todo el año, así que si tenéis que podar alguna planta o cortaros el pelo aprovechad este día para comprobar si es cierto.
¡Hasta pronto! 😊
Y aunque parezca una tontería y muchas personas no sepan qué día es hoy o no conozcan la tradición, yo llevo muchísimos años celebrando la Candelaria.
Desde que empecé a estudiar francés en el instituto, siempre he marcado el día 2 de febrero en la agenda porque, a parte de no dar clase, que a todos nos emocionaba, comíamos crêpes y en esa edad cualquier cosa era mejor que dar clase.
Desde ese día, todos los años celebrábamos la Candelaria, ya fuera en el instituto, más tarde en la Escuela Oficial de Idiomas y después en casa con mi familia y amigos.
Para los que no conozcan esta fiesta os explico un poco el origen. Se celebra la presentación de Jesús en el templo, además se celebraba una procesión de velas que se debían llevar hasta su casa y mantenerlas encendidas. Además, se decía que si no se elaboraban crêpes el trigo de las cosechas se pudriría.
Cualquier excusa es buena para comer estos dulces.
Y es que nos encantan las tortitas o las crêpes, porque aunque tradicionalmente se deben comer crêpes yo hago las dos 😋
En una de mis primeras entradas os di la receta de tortitas que hace mi madre y que están para morirse, os dejo el link aquí.
Como ya sabéis, las tortitas normalmente se comen dulces pero las crêpes son tanto dulces como saladas. Podéis comerlas rellenas de Nutella y almendras o rellenas de jamón y queso, ¡son muy versátiles!
Las que os voy a enseñar hoy son neutras, podéis usarlas para dulce y salado ya que el sabor se lo va a dar el propio relleno.
Crêpes
Ingredientes:
- 250 gr de harina
- 4 huevos
- 500 ml de leche
- 2 cucharadas mantequilla
- 1/2 cucharadita de sal
Con esta receta os saldrán unas 24 crêpes aunque si apuráis la mezcla seguro que os sale alguna más 😉
Fundimos la mantequilla y la dejamos reposar a temperatura ambiente para que pierda un poco el calor.
En un bol mezclamos la harina, la sal y los huevos, batimos hasta que todo esté integrado.
Vertemos la leche despacio mientras continuamos batiendo, debe quedar una masa fluida, lisa y sin grumos. Añadimos la mantequilla fundida, mezclamos y dejamos reposar, tapado con film, durante 2 horas.
Preparamos una sartén antiadherente o engrasada con mantequilla y echamos una cucharada de masa, recordad que las crêpes se caracterizan por ser muy finas. Las cocinamos durante un minuto por ambos lados.
Las rellenamos de lo que queramos; queso, nata, mermelada, embutido, chocolate, fruta... Hay miles de combinaciones 😊
Espero que paséis un buen día de la Candelaria y recordad, dicen que si algo se corta este día crecerá más largo y fuerte durante todo el año, así que si tenéis que podar alguna planta o cortaros el pelo aprovechad este día para comprobar si es cierto.
¡Hasta pronto! 😊
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