Y es que aunque nos lo sirvan en restaurantes no hay nada como los postres hechos por nosotros mismos.
Aunque los que hacían las abuelas y después las madres están... de 10.
Pero hay que aprender de ellas, y aunque la repostería cambia constantemente nunca está de más aprender los postres tradicionales tal cual los hacían ellas porque al fin y al cabo, esos postres son la base de la repostería actual.
Aunque en el grado superior de Dirección de Cocina tenía una asignatura de pastelería y repostería, no nos enseñaron las recetas básicas, simplemente empezamos a cocinar. Nos daban recetas, debíamos entenderlas y aprenderlas para después ponerlas en práctica así que básicamente era un "sálvese quien pueda"
Una parte buena es que nos recomendaban libros, a parte de toda la biblioteca que tengo pues uno más no pasa nada.
Uno de esos libros fue Panadería y Pastelería de Juan Pablo Humanes, aunque es un poco caro es una gran inversión porque explica lo más básico de la pastelería como su historia, las materias primas, los negocios, recetas básicas y algunas recetas más complejas.
Lo podéis comprar aquí.
La receta de hoy la he sacado de ese libro, la hice una vez en mis prácticas de cocina y salió deliciosa así que para continuar con los postres tradicionales qué mejor receta que unas Natillas con sus Galleta María encima y su canela en polvo 😋
Ingredientes:
- 500 ml de leche
- 125gr - 150gr de azúcar
- 10gr - 15gr de maicena
- 3 - 4 yemas
- Piel de 1 limón
- Dos ramitas de canela
Antes de empezar, hay cantidades que no están fijas podéis elegir cuánto echar de cada una pero sed consecuentes, no echéis la máxima cantidad de azúcar y la mínima de maicena o yemas, más o menos buscad el equilibrio y para la siguiente podréis cambiar las proporciones.
Empezamos mezclando la leche con el limón y la canela, lo ponemos al fuego y dejamos que infusione hasta que la leche empiece a hervir.
Mientas, mezclamos el azúcar, las yemas y la maicena. Sólo mezclamos, no hay que batir.
Cuando la leche hierva la colamos para quitar los aromas y la echamos en el bol mientras batimos con las varillas, tenemos que disolver la mezcla de azúcar hasta que esté totalmente clara.
Ponemos la mezcla al fuego y removemos rascando en el fondo con una espátula o una cuchara de madera para evitar que se pegue.
La mezcla no tiene que llegar a hervir, debe espesar lentamente mientras removemos, esto lleva unos minutos, no desesperéis que al final espesa.
Lo echamos en los recipientes que queramos y servimos calientes con su galleta y la canela o dejamos enfriar en los recipientes tapados a piel con film para comerlas en frío, más tarde le ponemos la galleta y la canela.
Es una receta muy fácil así que ya podéis olvidaros de comprar natillas instantáneas porque cuando probéis estas no vais a querer cambiarlas 😉
¡Hasta pronto! 😊
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