Recetas

martes, 27 de febrero de 2018

Volviendo al principio ¡Mi primera Tarta de Fondant!

Absolutamente todos tenemos un "principio".

Siempre que empezamos algo nuevo hay dos sentimientos; el miedo a comenzar algo nuevo y salir de nuestra zona de confort y la emoción por introducir una novedad que tal vez nos cambie la vida.

Particularmente, cuando voy a empezar algo nuevo, en mi interior coexisten esos dos sentimientos. Son como dos voces que hablan a la vez y que no me dejan escucharlas claramente y al final siempre gana una, un gran porcentaje es la vocecita que me dice que siga adelante y que no pare, pero hay otras veces que gana la mala.

Si a vosotros os pasa igual que a mí, no pasa nada porque algunas veces gane el miedo, es natural tener miedo pero si queréis darle en las narices repetid conmigo "hasta que el miedo me tenga miedo".
Es una frase que vi hace poco y que me encantó. Aplicable para cualquier situación 😉

Mis comienzos en la repostería se remontan a cuando todavía estaba en el instituto y aunque el 80% de mi tiempo lo ocupaba en salir con mis amigos y en estudiar pues algún ratillo me quedaba para experimentar un poco con el horno.

Primero empecé haciendo sólo cupakes, los veía mucho más fáciles de hacer que una gran tarta, para mí eran minitartitas que podía decorar como quisiera y con menos ingredientes que una tarta.
Empecé en el mundo de la repostería porque quería que todos a mi alrededor probaran, aunque fuera una vez, mis postres, al fin y al cabo a nadie le amarga un dulce y sobre todo si es su dulce preferido.


Había hecho cupcakes con crema y decorados con sprinkles, me había iniciado en el inmenso mundo de las tartas, primero con chocolate y después con nata, más tarde con otro tipo de cremas.
Hasta que un día alguien me encargó mi primera tarta de fondant.
Tuve que comprar todo el fondant desde cero porque había intentado teñirlo y con los colorantes que antaño usaba no quedaba bien.
A parte, tuve que improvisar un rodillo grande de fondant que me ha durado hasta que por fin  encontré de los centímetros que necesitaba.
Fue como hacer una tarta de fondant de manera muy rústica.
Todo un auténtico caos si no sabes por donde empezar 😂


Tarta Campo de Fútbol de Fondant

Vamos desde el principio, desde el interior de la tarta 😊

1. Bizcocho: lo único que había oído del fondant es que era muy dulce, así que mi idea era un bizcocho que apenas tuviera sabor, yo los llamo bizcochos esponjas y en ese entonces el único que sabía hacer el del Brazo de Gitano, así que hice dos planchas y después las igualé.
Además, tenían la forma rectangular perfecta.
Mas tarde me di cuenta que usar este tipo de bizcochos para fondant era un error porque son muy blanditos y el fondant necesita un bizcocho pesado para aguantar el peso de la capa de fondant que se le ponga.

2. Relleno: mi experiencia con rellenos era muy corta, chocolate o nata. Sabía que no podía rellenar con nata por si empezaba a desuerar, además, la veía muy frágil para aguantar los bizcochos y el fondant, llegué a la misma conclusión que con los bizcochos.
Así que la rellené de ganaché de chocolate, que yo ni sabía que era.

3. Cobertura: desde que hice mi primer cupcake discutí con la mantequilla, no éramos muy buenas amigas, y la verdad es que ahora ahí estamos.
No me gusta nada el sabor de la mantequilla cruda y hace años cuando la olía me entraba un malestar horrible, ahora me voy a acostumbrando poco a poco e incluso como algunas cremas con mantequilla.
Pues como la mantequilla y yo no nos llevábamos bien, "mojé" la tarta en dulce de leche para que el fondant se pegara. Como el fondant no era lo suficientemente dulce pues le puse dulce de leche para compensarlo 😂

4. Fondant: como ya os he dicho antes compré el fondant verde directamente porque me desesperé intentando teñir el blanco en verde. Como no sabia cuántas pastillas tenía que usar compré unas 5 de 250gr, que después me sobraron bastante pero mejor pasarse que no llegar.
Para juntar todo el fondant y después estirarlo os digo que fue una odisea.
Primero, el fondant estaba durísimo, después, no tenía un rodillo de esas dimensiones y tuve que improvisar uno que todavía sigue rodando por mi casa (ya no lo uso como rodillo), tuve que estirarlo dos veces porque no me llegaba de un lado y estaba estirado irregularmente.
Cuando acabé de estirarlo me dolían a horrores las manos y el dedo gordo de la mano derecha estuvo hinchado durante una semana, vamos que ya iba pensando que las tartas de fondant no estaban pagadas 😐
Después puse el fondant sobre la tarta y fui alisándolo con la paleta alisadora, intentando que los bordes casaran, con paciencia y con cuidado, llegados a este punto lo último que quería era fastidiarla.
Por fin tenía la cobertura hecha, me faltó llorar de la alegría 😊

5. Decoración: esta fue la parte más fácil y más tranquila. Hice los líneas blancas de los bordes y del centro con una regla porque las líneas rectas y yo tampoco nos llevamos bien. Las pegué con un poco de agua.
Las porterías las hizo mi madre con un poco de rejilla para el jardín, la verdad es que dan el pego 😉
Imprimí algunos banderines de fútbol, los recorté y los puse en la tarta, al menos no estaba tan vacía ni tan sosa.
Intenté buscar algunos jugadores de plástico pero no me dio tiempo 😓
Bueno, para ser la primera no está mal ¿verdad?
Al menos para mí fue todo un logro conseguir ese resultado, que lo veo ahora y pienso en todo lo que está mal y se podría mejorar, pero era la primera que hacía, no había visto hacer ninguna y estaba muy verde.

Como ya he dicho, todos tenemos un "principio" y no está mal recordarlo de vez en cuando para saber de donde venimos y cómo empezamos el camino.
¿Recordáis cómo empezasteis en lo que os gusta? 😉

¡Hasta pronto!

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