Ya sé que es muy tarde, pero es que no me da la vida hoy para todo y aunque tenía la entrada medio preparada me faltaba darle un último toque pero he estado tan ocupada que de verdad que no he podido acabarla antes.
Como compensación los próximos días os traeré un post muy completito sobre la Mesa Dulce que estoy haciendo para el bautizo de Martín, a parte de ser mi primera mesa dulce en condiciones, el niño del bautizo es mi ahijado, así que es doble de especial.
Pasando a la receta, la semana pasada en la Escuela de Pastelería hicimos un bizcocho marmolado riquísimo y me acordé que yo ya lo había hecho antes. Lo hicimos en un molde rectangular pero yo aproveché para usar uno redondo precioso que compré hace unos meses.
Además, como era para el cumpleaños de mi padre y le encanta el chocolate pues que mejor manera de sorprenderle que con un bizcocho doble, una parte de chocolate y otra de vainilla, que nunca viene mal ese toque avainillado. Y voilà! De todo eso salió un Bundt Cake Marmolado perfecto para la ocasión, además le di un baño con una Ganache de chocolate negro que le quedó como anillo al dedo, y para que todo no sea negro hice unas virutas de chocolate blanco.
Sin más entretenimiento os dejo la receta, que la he sacado de Maria Lunarillos porque mi primera opción resultó ser un timo y las cantidades estaban mal, pero os prometo que de esta os podéis fiar.
Bizcocho Marmolado
Ingredientes
- 150 gr mantequilla ablandada
- 200 gr azúcar
- 4 huevos M
- 50 gr leche entera
- 15 gr cacao en polvo
- 1 cucharadita de vainilla
- 250 gr de harina
- 1 pellizco de sal
- 2 cucharaditas de levadura química.
Primero precalentamos el horno a 180ºC y engrasamos nuestro molde.
En un bol batimos la mantequilla con el azúcar hasta blanquear y que aumente el volumen, la mantequilla no debe derretirse.
Añadimos los huevos uno a uno sin dejar de batir, todo debe integrarse.
Añadimos la leche y la vainilla poco a poco.
Paramos la batidora y echamos la harina tamizada con la levadura y la sal, mezclamos con movimientos envolventes para integrar todo.
Separamos la masa en dos, usaremos una cuchara de helados para repartirla más equitativamente. En una de la mezclas echamos el cacao y volvemos a mezclar con movimientos envolventes.
Echamos una parte de la masa de vainilla y otra parte de la de chocolate alternando los colores, cuando tengamos toda la masa repartida por el molde cogemos un cuchillo de punta redondeada y empezamos a hacer S para crear el efecto marmolado, no mezclamos, solo dibujamos S.
Horneamos entre 30-40 minutos o hasta que el palillo con el que le pinchemos salga limpio, dejamos enfriar unos minutos sobre rejilla en el molde y después solo sobre rejilla.
Es un bizcocho que sirve para desayunar, merendar o para después de cenar con un vasito de leche bien calentito, que de aquí a nada empieza el frío. 😉
Hasta pronto!
viernes, 29 de septiembre de 2017
martes, 26 de septiembre de 2017
Red Velvet Cupcakes y Galletas de Bautizo!
Cuando empecé a hacer cupcakes, el primero que hice fue el cupcake de vainilla, creo que como todos, y desde ahí empecé poco a poco variando los sabores, descubriendo todos los aromas a los que tenía acceso; naranja, limón, vainilla, almendra... Como ya he dicho en algunos post, donde yo vivo no había muchos recursos de repostería y me era muy difícil conseguir todas estas cosas.
Me encantaban todos los sabores que iba probando, solo comía un poco porque tenía una manía de no comer lo que horneaba, y para mí, el Red Velvet era el Cupcake Perfecto. Lo había visto mil veces, me encanta su textura visual, como la crema brilla y todo su conjunto. Por fin me decidí a hacerlo pero como no era muy fan de la mantequilla sustituí el clásico frosting por nata, para nada es lo mismo lo sé pero hay que probar todo.
Y la primera receta de Red Velvet que probé fue la de Alma Obregón, concretamente la de su primer libro Objetivo: Cupcake Perfecto, lo podéis adquirir en cualquier tienda de libros y en su página web, además ya os hablé un poco de otro libro suyo en el post de Galletas de Mantequilla.
Lo que no dije, es que los libros de Alma fueron los primeros que me compré cuando apenas había empezado a hornear y para mí, sus recetas, son muy importantes ya que son el inicio de mi camino como repostera y pastelera.
Desde que me compré ese libro siempre había querido probar lo que ella horneaba, a pesar de no gustarme la mantequilla, estaba dispuesta a comerme lo que me pusiera por delante, porque quería probar como sabían los cupcakes en los que me había inspirado. Hasta entonces eso era bastante difícil pero hace unos meses abrió su Bakery en Madrid y por fin podemos probar los cupcakes que ella hace, mi perdición.
No pude ir el dia de la inauguración, de verdad que me había encantado, pero por suerte fui dos días después. El trato es muy agradable y pude ver a Alma allí, de verdad que aunque suene muy fan y pelota, para mí es una inspiración.
Cuando empezó tenía muy poca variedad de Cupcakes y galletas pero ahora va incluyendo más y pronto espero poder hacerla otra visita. Os dejo por aquí el link de Cookies & Dreams, está en la Calle Funcarral, 43 en una esquinita, es una delicia, os recomiendo ir y probar todo lo que podáis 😉
Volviendo a la receta de los Red Velvet, esta vez sí los acompañé con su Frosting clásico, la receta de la crema es del dossier de las clases de pastelería de Jessica Cakes a las que asisto, os lo conté en el post de la Crema de Avellanas.
Las decoración son unos simples sprinkles y una mariposa de fondant que la dejé secar en un papel con forma de V, son muy simples pero de verdad que visualmente son preciosos.
Red Velvet Cupcakes
Ingredientes
- 60 ml de aceite de oliva
- 160 gr de azúcar blanco
- 1 huevo
- 1 cucharada rasa de cacao sin azúcar
- 1 y 1/2 cucharaditas de colorante en pasta
- 1 y 1/2 cucharaditas de extracto de vainilla
- 125 ml de leche semidesnatada
- 1 cucharadita de zumo de limón
- 150 gr de harina
- 1/2 cucharadita de bicarbonato de soda
- 1 cucharadita de vinagre blanco
Empezamos precalentando el horno a 180ºC y preparando nuestra bandeja de cupcakes, yo siempre pongo la cápsula de silicona y después la de papel, por si acaso.
Mezclamos la leche con el zumo de limón en un vaso y dejamos que repose unos 10 minutos, hasta que la leche se corte y tenga grumos.
En un bol, batimos el azúcar con el aceite hasta que se integre bien. Añadimos, sin dejar de batir, el huevo y mezclamos hasta que la mezcla sea homogénea.
En otro bol, tamizamos la harina con el cacao. Batiendo a velocidad baja añadimos la mitad de la harina, cuando se integre añadimos la mitad de la leche y volvemos a batir. Incorporamos el resto de harina y de leche.
En un vasito, disolvemos el bicarbonato en el vinagre, cuando burbujee lo echamos a la mezcla y batimos unos segundos más.
Añadimos el colorante, yo he puesto esa cantidad pero podéis teñir como os guste más, pero siempre poco a poco para no pasarnos con la tonalidad.
Repartimos la mezcla en las cápsulas de la bandeja, en principio, esta receta es para 12 cupcakes aunque a mí me dio para 18, recordad que nunca hay que llenar la cápsula más de 3/4 de su capacidad.
Horneamos 20 minutos, cuando los saquemos dejamos enfriar un poco en la bandeja y después por completo en una rejilla.
Frosting de queso
Ingredientes
- 200 gr de mantequilla a temperatura ambiente
- 200 gr de queso crema FRIO
- 200 gr de azúcar glass
Con estas cantidades tuve de sobra para los 18 cupcakes porque solo decoré con un poco como véis en las fotos, pero si queréis practicar con la manga y hacer rosetones u otra decoración creo que la cantidad está bastante bien.
En la batidora ponemos la mantequilla y el azúcar glass, batimos hasta que todo se haya integrado y se haya blanqueado. Después le echamos el queso frío y batimos hasta que se integre, cuidado porque la mezcla se puede cortar, hay que batirla lo menos posible pero lo suficiente como para que se haya integrado.
La conservamos en frío unas horas para que coja consistencia, después la pasamos a una manga con la boquilla que queramos y decoramos, yo he usado una boquilla de estrella cerrada y me ha encantado como ha quedado.
Si los cupcakes os han quedado con bultitos los podéis igualar recortándolos un poco, así la crema tendrá una superficie plana donde apoyarse.
Decoramos con los sprinkles y la mariposa de fondant o lo que tengamos a mano.
A parte de esta receta deliciosa os voy a dejar algunas fotos de las galletas del encargo para un bautizo, como veis es para una niña, la verdad es que quedaron muy bien, como digo siempre, muy simple pero precioso.
Esta semana tengo un encargo de una mesa dulce para otro bautizo, esta vez un niño, más concretamente mi ahijado, así que espero que sea muy especial y ya os traeré un post muy completito de todo lo que ha llevado esa mesa 😊
Hasta pronto! =)
Me encantaban todos los sabores que iba probando, solo comía un poco porque tenía una manía de no comer lo que horneaba, y para mí, el Red Velvet era el Cupcake Perfecto. Lo había visto mil veces, me encanta su textura visual, como la crema brilla y todo su conjunto. Por fin me decidí a hacerlo pero como no era muy fan de la mantequilla sustituí el clásico frosting por nata, para nada es lo mismo lo sé pero hay que probar todo.
Y la primera receta de Red Velvet que probé fue la de Alma Obregón, concretamente la de su primer libro Objetivo: Cupcake Perfecto, lo podéis adquirir en cualquier tienda de libros y en su página web, además ya os hablé un poco de otro libro suyo en el post de Galletas de Mantequilla.
Lo que no dije, es que los libros de Alma fueron los primeros que me compré cuando apenas había empezado a hornear y para mí, sus recetas, son muy importantes ya que son el inicio de mi camino como repostera y pastelera.
Desde que me compré ese libro siempre había querido probar lo que ella horneaba, a pesar de no gustarme la mantequilla, estaba dispuesta a comerme lo que me pusiera por delante, porque quería probar como sabían los cupcakes en los que me había inspirado. Hasta entonces eso era bastante difícil pero hace unos meses abrió su Bakery en Madrid y por fin podemos probar los cupcakes que ella hace, mi perdición.
No pude ir el dia de la inauguración, de verdad que me había encantado, pero por suerte fui dos días después. El trato es muy agradable y pude ver a Alma allí, de verdad que aunque suene muy fan y pelota, para mí es una inspiración.
Cuando empezó tenía muy poca variedad de Cupcakes y galletas pero ahora va incluyendo más y pronto espero poder hacerla otra visita. Os dejo por aquí el link de Cookies & Dreams, está en la Calle Funcarral, 43 en una esquinita, es una delicia, os recomiendo ir y probar todo lo que podáis 😉
Volviendo a la receta de los Red Velvet, esta vez sí los acompañé con su Frosting clásico, la receta de la crema es del dossier de las clases de pastelería de Jessica Cakes a las que asisto, os lo conté en el post de la Crema de Avellanas.
Las decoración son unos simples sprinkles y una mariposa de fondant que la dejé secar en un papel con forma de V, son muy simples pero de verdad que visualmente son preciosos.
Red Velvet Cupcakes
Ingredientes
- 60 ml de aceite de oliva
- 160 gr de azúcar blanco
- 1 huevo
- 1 cucharada rasa de cacao sin azúcar
- 1 y 1/2 cucharaditas de colorante en pasta
- 1 y 1/2 cucharaditas de extracto de vainilla
- 125 ml de leche semidesnatada
- 1 cucharadita de zumo de limón
- 150 gr de harina
- 1/2 cucharadita de bicarbonato de soda
- 1 cucharadita de vinagre blanco
Empezamos precalentando el horno a 180ºC y preparando nuestra bandeja de cupcakes, yo siempre pongo la cápsula de silicona y después la de papel, por si acaso.
Mezclamos la leche con el zumo de limón en un vaso y dejamos que repose unos 10 minutos, hasta que la leche se corte y tenga grumos.
En un bol, batimos el azúcar con el aceite hasta que se integre bien. Añadimos, sin dejar de batir, el huevo y mezclamos hasta que la mezcla sea homogénea.
En otro bol, tamizamos la harina con el cacao. Batiendo a velocidad baja añadimos la mitad de la harina, cuando se integre añadimos la mitad de la leche y volvemos a batir. Incorporamos el resto de harina y de leche.
En un vasito, disolvemos el bicarbonato en el vinagre, cuando burbujee lo echamos a la mezcla y batimos unos segundos más.
Añadimos el colorante, yo he puesto esa cantidad pero podéis teñir como os guste más, pero siempre poco a poco para no pasarnos con la tonalidad.
Repartimos la mezcla en las cápsulas de la bandeja, en principio, esta receta es para 12 cupcakes aunque a mí me dio para 18, recordad que nunca hay que llenar la cápsula más de 3/4 de su capacidad.
Horneamos 20 minutos, cuando los saquemos dejamos enfriar un poco en la bandeja y después por completo en una rejilla.
Frosting de queso
Ingredientes
- 200 gr de mantequilla a temperatura ambiente
- 200 gr de queso crema FRIO
- 200 gr de azúcar glass
Con estas cantidades tuve de sobra para los 18 cupcakes porque solo decoré con un poco como véis en las fotos, pero si queréis practicar con la manga y hacer rosetones u otra decoración creo que la cantidad está bastante bien.
En la batidora ponemos la mantequilla y el azúcar glass, batimos hasta que todo se haya integrado y se haya blanqueado. Después le echamos el queso frío y batimos hasta que se integre, cuidado porque la mezcla se puede cortar, hay que batirla lo menos posible pero lo suficiente como para que se haya integrado.
La conservamos en frío unas horas para que coja consistencia, después la pasamos a una manga con la boquilla que queramos y decoramos, yo he usado una boquilla de estrella cerrada y me ha encantado como ha quedado.
Si los cupcakes os han quedado con bultitos los podéis igualar recortándolos un poco, así la crema tendrá una superficie plana donde apoyarse.
Decoramos con los sprinkles y la mariposa de fondant o lo que tengamos a mano.
A parte de esta receta deliciosa os voy a dejar algunas fotos de las galletas del encargo para un bautizo, como veis es para una niña, la verdad es que quedaron muy bien, como digo siempre, muy simple pero precioso.
Hasta pronto! =)
viernes, 22 de septiembre de 2017
Galletas de Mantequilla con mensaje!
Me encanta el olor de las galletas recién hechas.
Los que me seguís en Twitter sabréis que el otro día hice galletas y que me encantaría que mi casa oliera siempre así; a galleta recién salida del horno.
La verdad es que las galletas siempre son muy recurrentes a la hora de celebrar cumpleaños, hacer mesas dulces y como no, regalar.
El sábado pasado fue el cumpleaños de una amiga, de ahí la maravillosa y gran Piñata Drip Cake de Nutella y Kinder y como detalle me pareció bien hornear galletas y forrarlas con fondant, hasta ahí todo normal pero el pequeño detalle es que cada invitado podría escribir en la galleta con un rotulador comestible lo que quisieran para que la cumpleañera tuviera un recuerdo comestible de todos los que asistimos.
Las galletas que veremos hoy son muy simples, pero para hacer galletas hay que tener mucha paciencia ya que requieren de mucho tiempo de reposo en frío y si queremos las galletas perfectas hay que respetar estos tiempos, por mucho que nos las queramos comer cuanto antes hay que ser pacientes, el resultado merecerá la pena.
El fondant lo podéis sustituir por glasa real blanca, pronto os traeré la receta, pero tenéis que esperar a que se seque bien para escribir encima y eso lleva bastante tiempo, así que para aprovechar el fondant que tenía por casa pues nada mejor que este detalle hecho con amor 😊
La receta la he sacado del libro Objetivo: Galleta Perfecta de Alma Obregón, es un libro que ya tiene sus años pero sigue en venta, lo podéis encontrar en las librerías y en su tienda online. Recetas de galletas hay miles pero si una funciona no la cambies por nada del mundo, y mi receta definitiva y segura es la de este libro.
Galletas de Mantequilla
Ingredientes
- 250 gr de mantequilla fría en dados
- 250 gr de azúcar blanco
- 1 huevo
- 500 gr de harina
- 2 cucharaditas de vainilla en pasta
Empezamos batiendo la mantequilla con el azúcar hasta que ambos ingredientes estén integrados y la mezcla sea muy cremosa.
Añadimos el huevo y batimos, al principio parecerá que la mezcla se ha cortado pero no os preocupéis, batiendo unos minutos más el huevo se incorporará a la mezcla.
Tamizamos la harina y se la añadimos a cucharadas a velocidad baja, batimos hasta que se haya integrado, si nuestra máquina no es capaz de terminar la masa lo haremos con las manos, es mejor no forzar la batidora.
Yo separo la masa en dos bolas y la estiro entre dos papeles de horno dejando un grosos uniforme, las suelo hacer gorditas. Las guardamos en el frigorífico entre 10-15 minutos, si es más mejor, hasta que la masa esté dura.
Cortamos las galletas lo más rápido que podamos para evitar que la masa se caliente, y pasamos las galletas a la bandeja donde las vayamos a hornear cubierta con papel de horno. De nuevo, las refrigeramos ya cortadas 30 minutos aproximadamente, cuando queden 5 minutos para sacar las galletas precalentamos el horno a 180ºC.
La masa que nos ha quedado la volvemos a estirar entre dos papeles y la metemos en la nevera hasta el momento de cortar otras galletas y volvemos a repetir el proceso de enfriamiento.
Horneamos las galletas durante 12-15 minutos o hasta que veamos que los lados se doran, cuando queden 3 minutos le damos la vuelta a la bandeja para que todas las galletas se doren uniformemente.
Las dejamos reposar unos minutos en la bandeja y después, con cuidado, las pasamos a una rejilla para que se enfríen completamente.
Para conservarlas, no hay nada mejor que una lata. He probado mil cosas y siempre se me quedaban duras pero la lata las conserva perfectamente hasta 5 días, digo 5 porque nunca han durado más tiempo.
Cualquier lata sirve, yo he usado una lata de polvorones de la Navidad pasada, así que si este año veis alguna no dudéis en comprarla, merecen mucho la pena.
Las debemos guardar frías, si las guardamos calientes se pegaran unas con otras y ya no quedarán tan lisas como para decorarlas.
Las podéis dejar así o decorarlas con fondant, chocolate, glasa, canela... lo que queráis. Yo usé fondant blanco y dejé que se secara para escribir mejor.
Ya sabéis, si tenéis algún cumpleaños, este es un detalle muy original y con muchas posibilidades.
Hasta pronto! 😉
Los que me seguís en Twitter sabréis que el otro día hice galletas y que me encantaría que mi casa oliera siempre así; a galleta recién salida del horno.
La verdad es que las galletas siempre son muy recurrentes a la hora de celebrar cumpleaños, hacer mesas dulces y como no, regalar.
El sábado pasado fue el cumpleaños de una amiga, de ahí la maravillosa y gran Piñata Drip Cake de Nutella y Kinder y como detalle me pareció bien hornear galletas y forrarlas con fondant, hasta ahí todo normal pero el pequeño detalle es que cada invitado podría escribir en la galleta con un rotulador comestible lo que quisieran para que la cumpleañera tuviera un recuerdo comestible de todos los que asistimos.
Las galletas que veremos hoy son muy simples, pero para hacer galletas hay que tener mucha paciencia ya que requieren de mucho tiempo de reposo en frío y si queremos las galletas perfectas hay que respetar estos tiempos, por mucho que nos las queramos comer cuanto antes hay que ser pacientes, el resultado merecerá la pena.
El fondant lo podéis sustituir por glasa real blanca, pronto os traeré la receta, pero tenéis que esperar a que se seque bien para escribir encima y eso lleva bastante tiempo, así que para aprovechar el fondant que tenía por casa pues nada mejor que este detalle hecho con amor 😊
La receta la he sacado del libro Objetivo: Galleta Perfecta de Alma Obregón, es un libro que ya tiene sus años pero sigue en venta, lo podéis encontrar en las librerías y en su tienda online. Recetas de galletas hay miles pero si una funciona no la cambies por nada del mundo, y mi receta definitiva y segura es la de este libro.
Galletas de Mantequilla
Ingredientes
- 250 gr de mantequilla fría en dados
- 250 gr de azúcar blanco
- 1 huevo
- 500 gr de harina
- 2 cucharaditas de vainilla en pasta
Empezamos batiendo la mantequilla con el azúcar hasta que ambos ingredientes estén integrados y la mezcla sea muy cremosa.
Añadimos el huevo y batimos, al principio parecerá que la mezcla se ha cortado pero no os preocupéis, batiendo unos minutos más el huevo se incorporará a la mezcla.
Tamizamos la harina y se la añadimos a cucharadas a velocidad baja, batimos hasta que se haya integrado, si nuestra máquina no es capaz de terminar la masa lo haremos con las manos, es mejor no forzar la batidora.
Yo separo la masa en dos bolas y la estiro entre dos papeles de horno dejando un grosos uniforme, las suelo hacer gorditas. Las guardamos en el frigorífico entre 10-15 minutos, si es más mejor, hasta que la masa esté dura.
Cortamos las galletas lo más rápido que podamos para evitar que la masa se caliente, y pasamos las galletas a la bandeja donde las vayamos a hornear cubierta con papel de horno. De nuevo, las refrigeramos ya cortadas 30 minutos aproximadamente, cuando queden 5 minutos para sacar las galletas precalentamos el horno a 180ºC.
La masa que nos ha quedado la volvemos a estirar entre dos papeles y la metemos en la nevera hasta el momento de cortar otras galletas y volvemos a repetir el proceso de enfriamiento.
Horneamos las galletas durante 12-15 minutos o hasta que veamos que los lados se doran, cuando queden 3 minutos le damos la vuelta a la bandeja para que todas las galletas se doren uniformemente.
Las dejamos reposar unos minutos en la bandeja y después, con cuidado, las pasamos a una rejilla para que se enfríen completamente.
Para conservarlas, no hay nada mejor que una lata. He probado mil cosas y siempre se me quedaban duras pero la lata las conserva perfectamente hasta 5 días, digo 5 porque nunca han durado más tiempo.
Cualquier lata sirve, yo he usado una lata de polvorones de la Navidad pasada, así que si este año veis alguna no dudéis en comprarla, merecen mucho la pena.
Las debemos guardar frías, si las guardamos calientes se pegaran unas con otras y ya no quedarán tan lisas como para decorarlas.
Las podéis dejar así o decorarlas con fondant, chocolate, glasa, canela... lo que queráis. Yo usé fondant blanco y dejé que se secara para escribir mejor.
Ya sabéis, si tenéis algún cumpleaños, este es un detalle muy original y con muchas posibilidades.
Hasta pronto! 😉
martes, 19 de septiembre de 2017
Piñata Drip Cake de Nutella y Kinder!
¡Aquí la tenéis!
El viernes pasado os di una pista sobre la receta de hoy, la pista es una receta del blog; pasta de avellanas. ¿Qué receta podíamos elaborar con la pasta de avellanas?
Aunque no era el ingrediente principal de la receta, sí es uno imprescindible en una de las partes de la tarta, por supuesto podéis comprar la pasta de avellanas en cualquier tienda de repostería pero prefería hacerla casera 😉
Antes de nada, he de decir que es la primera "Piñata Drip Cake" que hago, así que sed buenos con las críticas 😃
Personalmente, para ser la primera, me encanta como ha quedado, sé que no es perfecta pero por algo se empieza, además, hay que perderle el miedo a hacer algo por primera vez, si no lo intentas tú nadie lo hará por ti.
No suelo hacer tartas grandes por nada, siempre las hago por encargo o por algún cumpleaños de mis amigos o de la familia, más que nada porque son muchas raciones y somos pocos en casa.
He buscado mil fotos para tener alguna referencia sobre la decoración pero al final cada uno sigue su camino y le da su toque especial, su esencia, y así he hecho yo 😊
Como la Tarta San Marcos, lleva un proceso largo y elaborado, muy simple, pero es necesario organizarse bien para evitar los tiempos muertos y no usar más tiempo del necesario pero esto solo se consigue con experiencia, haciéndolo una y otra vez hasta tener el método más correcto.
He usado dos tipos de bizcochos, uno de Nutella, de Alma Obregón, y otro Genovés, he intercalado las capas para crear un efecto ajedrez que se verá solo cuando se corte. En cuanto a las cremas, para el relleno he usado una Crema de mantequilla a la francesa, queda muy suave y sedosa, la verdad es que faltó poco para que me la comiera a cucharadas y eso que no soy muy de mantequilla.
Como con esta crema me quedé un poco corta, para el exterior hice una Buttercream de Avellanas muy facilita. Para terminar hice una ganache de chocolate Milka para el efecto drip.
¡Empezamos!
Bizcocho de Nutella
Ingredientes
- 300 gr de harina
- 1 cucharada levadura
- 1/2 cucharada de sal
- 180 ml de aceite suave
- 300 gr azúcar
- 5 huevos
- 240 ml de nata
- 1 cucharadita zumo de limón
- 300 gr Nutella
Empezamos precalentando el horno a 180ºC y engrasamos el molde que vamos a usar.
Mezclamos la nata con el zumo de limón y dejamos que repose, cuando lo vayamos a usar debe tener grumos.
Mezclamos el aceite con el azúcar, después añadimos los huevos uno a uno y batimos hasta que tengamos todo integrado. Añadimos la Nutella y volvemos a mezclar.
Tamizamos la harina con la sal y la levadura, incorporamos la mitad a la mezcla y batimos a velocidad baja y lo suficiente para que se integre. Añadimos la mitad de la nata y volvemos a batir hasta tener una mezcla homogénea. De nuevo, echamos el resto de la harina y batimos, por último añadimos la nata y batimos muy poco, solo hasta que todo esté mezclado.
Comprobamos que todos los ingredientes están bien mezclados, lo echamos en el molde y horneamos entre 50-60 minutos, a partir de los 50 minutos comprobamos el bizcocho, si vemos que se tuesta mucho por encima le ponemos un poco de papel de aluminio.
Sacamos y dejamos enfriar en el molde 15-20 minutos, después desmoldamos y enfriamos sobre una rejilla si lo vamos a usar inmediatamente, si por el contrario es para el día siguiente, en cuanto lo desmoldemos lo envolvemos en papel transparente y reservamos.
Crema de Kinder Bueno
Ingredientes
- 5 yemas
- 70 ml agua
- 220 gr de azúcar blanco
- 350 gr de mantequilla a temperatura ambiente
- 3 cucharadas de pasta de avellanas o el relleno de 8 kinder bueno
Empezamos batiendo las yemas con las varillas a velocidad media-alta, mientras, en un cazo al fuego ponemos el azúcar con el agua y cocemos hasta que llegue a los 120ºC, para ello usamos un termómetro de cocina.
Cuando el almíbar llegue a esa temperatura las yemas ya habrán montado bastante, se lo echamos en forma de hilo y siempre directamente en la mezcla o en el bol, nunca en las varillas porque puede salpicarnos y hacernos mucho daño.
Dejamos que la mezcla se enfríe mientras bate, tardará aproximadamente unos 10 minutos, podéis acelerar este proceso pasando una botella de agua fría por fuera del bol, pero la mezcla tiene que estar fría o al menos a temperatura ambiente para que la mantequilla no se derrita, este paso es muy pero que muy importante.
Una vez bajada la temperatura, bajamos la velocidad un poco y vamos añadiendo la mantequilla poco a poco, batimos 5 minutos o hasta que la crema tenga consistencia y esté sedosa. Después añadimos la crema de avellanas y batimos un poco más hasta que se haya integrado, si queréis que tenga más sabor a avellanas añadidle una cucharada más.
Reservamos en el frigorífico hasta la hora de usar. Como ya he dicho, esta cantidad de crema solo me dio para el relleno y la capa sujetamigas, para poder cubrirla entera hice una Buttercream de avellanas que os explico a continuación. Si no tenéis que termómetro para el azúcar podéis usar esta Buttercream, da el pego bastante bien.
Buttercream de Kinder Bueno
Ingredientes
- 200 gr mantequilla sin sal a temperatura ambiente
-200 gr de azúcar glass
- 2 cucharadas pasta avellanas
En la batidora y el accesorio de la pala batimos la mantequilla unos minutos, añadimos el azúcar glass y batimos a velocidad baja para no convertir la cocina en una nube de azúcar, cuando se integre subimos un poco la velocidad y añadimos la pasta de avellanas, mezclamos bien hasta que la crema tenga consistencia.
Reservamos en la nevera hasta que la usemos.
Ganache de Milka
Ingredientes
- 200 gr chocolate con leche Milka
- 100 ml de nata
Tenemos dos formar para hacerlo:
1. Derretimos el chocolate y templamos la nata, mezclamos con unas varillas hasta tener la consistencia deseada, dejamos enfriar.
2. Calentamos la nata hasta que llegue a hervir, la retiramos y la vertemos en el chocolate, mezclamos hasta que se derrita el chocolate y tenga la consistencia deseada, como una salsa, dejamos enfriar.
Ambos métodos funcionan, en ambos casos dejamos enfiar la mezcla moviéndola de vez en cuando y evitando que se haga costra, siempre a temperatura ambiente, no en la nevera.
La pasamos a un biberón y reservamos.
Montaje
Antes de nada, nivelamos los bizcochos con ayuda de una lira y después los partimos en las capas que queramos, en mi caso, los partí en dos capas cada uno, para tener un total de cuatro capas.
En el plato giratorio ponemos una base de cartón para tartas, en el centro ponemos un poco de crema para pegar el bizcocho y colocamos la primera capa del bizcocho genovés, lo podéis hacer en el orden que queráis. Extendemos la Crema de Kinder y alisamos.
En las dos siguientes capas, con un cortador redondo, eliminamos el corazón del bizcocho, quedando como un donut. Con cuidado colocamos la siguiente capa encima y volvemos a echar la Crema de Kinder, colocamos la siguiente capa con el hueco en medio y extendemos de nuevo la crema.
Preparamos el relleno de la piñata, cortamos Kinder Bueno, barritas Kinder, Kit Kat con Conguitos, Lacasitos y todo lo que queramos meterle, lo echamos en el hueco de la tarta y tapamos con la última capa de bizcocho.
Extendemos más crema por toda la tarta para hacer la capa sujetamigas, no hace falta echar mucha, solo la suficiente como para tapar algunas imperfecciones y que después nos sea más fácil extender el resto de crema. La llevamos al frigorífico unas horas, la crema se habrá asentado y podremos darle otra capa para cubrirla.
En este punto apenas me quedaba Crema de Kinder Bueno, así que la mezclé con la Buttercream y empecé a cubrir la tarta, recordad alisar al final de cada pasada con la espátula e intentad que los bordes queden como un ángulo recto, en L. Si con una sola pasada os ha quedado bien reservad en el frigorífico hasta que falten unas horas para servir, si no es el caso reservad unas horas y después volver a cubrirla un poco más.
Unas horas antes de servir, con ayuda del biberón y la espátula echamos la ganache encima de la tarta y vamos alisando suavemente, cuando tengamos toda la superficie cubierta pasamos al efecto drip, echamos unas gotitas, con cuidado, en los bordes para que vayan goteando. Metemos la tarta de nuevo en la nevera hasta que decidamos decorarla.
Yo usé Mikados, Kit Kat, barritas Kinder y canutillos de helado para decorar aunque podéis usar lo que queráis.
Y ya tenéis la Piñata Drip Cake de Nutella y Kinder, es un proceso largo pero os aseguro que sorprenderéis a más de uno y que el sabor les va a encantar, sobre todo si son golosos 😉
No pude hacer una foto al corte, es una pena pero si la hacéis vosotros espero ver fotos 😊
Espero que os haya gustado este GRAN post sobre la tarta, de vez en cuando me gusta traeros este tipo de post para enseñaros, sobre todo a los que estáis empezando, que nada es imposible, y que si te lo propones lo puedes hacer, aunque sea poco a poco y despacio.
Hasta pronto! 😋
El viernes pasado os di una pista sobre la receta de hoy, la pista es una receta del blog; pasta de avellanas. ¿Qué receta podíamos elaborar con la pasta de avellanas?
Aunque no era el ingrediente principal de la receta, sí es uno imprescindible en una de las partes de la tarta, por supuesto podéis comprar la pasta de avellanas en cualquier tienda de repostería pero prefería hacerla casera 😉
Antes de nada, he de decir que es la primera "Piñata Drip Cake" que hago, así que sed buenos con las críticas 😃
Personalmente, para ser la primera, me encanta como ha quedado, sé que no es perfecta pero por algo se empieza, además, hay que perderle el miedo a hacer algo por primera vez, si no lo intentas tú nadie lo hará por ti.
No suelo hacer tartas grandes por nada, siempre las hago por encargo o por algún cumpleaños de mis amigos o de la familia, más que nada porque son muchas raciones y somos pocos en casa.
He buscado mil fotos para tener alguna referencia sobre la decoración pero al final cada uno sigue su camino y le da su toque especial, su esencia, y así he hecho yo 😊
Como la Tarta San Marcos, lleva un proceso largo y elaborado, muy simple, pero es necesario organizarse bien para evitar los tiempos muertos y no usar más tiempo del necesario pero esto solo se consigue con experiencia, haciéndolo una y otra vez hasta tener el método más correcto.
He usado dos tipos de bizcochos, uno de Nutella, de Alma Obregón, y otro Genovés, he intercalado las capas para crear un efecto ajedrez que se verá solo cuando se corte. En cuanto a las cremas, para el relleno he usado una Crema de mantequilla a la francesa, queda muy suave y sedosa, la verdad es que faltó poco para que me la comiera a cucharadas y eso que no soy muy de mantequilla.
Como con esta crema me quedé un poco corta, para el exterior hice una Buttercream de Avellanas muy facilita. Para terminar hice una ganache de chocolate Milka para el efecto drip.
¡Empezamos!
Bizcocho de Nutella
Ingredientes
- 300 gr de harina
- 1 cucharada levadura
- 1/2 cucharada de sal
- 180 ml de aceite suave
- 300 gr azúcar
- 5 huevos
- 240 ml de nata
- 1 cucharadita zumo de limón
- 300 gr Nutella
Empezamos precalentando el horno a 180ºC y engrasamos el molde que vamos a usar.
Mezclamos la nata con el zumo de limón y dejamos que repose, cuando lo vayamos a usar debe tener grumos.
Mezclamos el aceite con el azúcar, después añadimos los huevos uno a uno y batimos hasta que tengamos todo integrado. Añadimos la Nutella y volvemos a mezclar.
Tamizamos la harina con la sal y la levadura, incorporamos la mitad a la mezcla y batimos a velocidad baja y lo suficiente para que se integre. Añadimos la mitad de la nata y volvemos a batir hasta tener una mezcla homogénea. De nuevo, echamos el resto de la harina y batimos, por último añadimos la nata y batimos muy poco, solo hasta que todo esté mezclado.
Comprobamos que todos los ingredientes están bien mezclados, lo echamos en el molde y horneamos entre 50-60 minutos, a partir de los 50 minutos comprobamos el bizcocho, si vemos que se tuesta mucho por encima le ponemos un poco de papel de aluminio.
Sacamos y dejamos enfriar en el molde 15-20 minutos, después desmoldamos y enfriamos sobre una rejilla si lo vamos a usar inmediatamente, si por el contrario es para el día siguiente, en cuanto lo desmoldemos lo envolvemos en papel transparente y reservamos.
Crema de Kinder Bueno
Ingredientes
- 5 yemas
- 70 ml agua
- 220 gr de azúcar blanco
- 350 gr de mantequilla a temperatura ambiente
- 3 cucharadas de pasta de avellanas o el relleno de 8 kinder bueno
Empezamos batiendo las yemas con las varillas a velocidad media-alta, mientras, en un cazo al fuego ponemos el azúcar con el agua y cocemos hasta que llegue a los 120ºC, para ello usamos un termómetro de cocina.
Cuando el almíbar llegue a esa temperatura las yemas ya habrán montado bastante, se lo echamos en forma de hilo y siempre directamente en la mezcla o en el bol, nunca en las varillas porque puede salpicarnos y hacernos mucho daño.
Dejamos que la mezcla se enfríe mientras bate, tardará aproximadamente unos 10 minutos, podéis acelerar este proceso pasando una botella de agua fría por fuera del bol, pero la mezcla tiene que estar fría o al menos a temperatura ambiente para que la mantequilla no se derrita, este paso es muy pero que muy importante.
Una vez bajada la temperatura, bajamos la velocidad un poco y vamos añadiendo la mantequilla poco a poco, batimos 5 minutos o hasta que la crema tenga consistencia y esté sedosa. Después añadimos la crema de avellanas y batimos un poco más hasta que se haya integrado, si queréis que tenga más sabor a avellanas añadidle una cucharada más.
Reservamos en el frigorífico hasta la hora de usar. Como ya he dicho, esta cantidad de crema solo me dio para el relleno y la capa sujetamigas, para poder cubrirla entera hice una Buttercream de avellanas que os explico a continuación. Si no tenéis que termómetro para el azúcar podéis usar esta Buttercream, da el pego bastante bien.
Buttercream de Kinder Bueno
Ingredientes
- 200 gr mantequilla sin sal a temperatura ambiente
-200 gr de azúcar glass
- 2 cucharadas pasta avellanas
En la batidora y el accesorio de la pala batimos la mantequilla unos minutos, añadimos el azúcar glass y batimos a velocidad baja para no convertir la cocina en una nube de azúcar, cuando se integre subimos un poco la velocidad y añadimos la pasta de avellanas, mezclamos bien hasta que la crema tenga consistencia.
Reservamos en la nevera hasta que la usemos.
Ganache de Milka
Ingredientes
- 200 gr chocolate con leche Milka
- 100 ml de nata
Tenemos dos formar para hacerlo:
1. Derretimos el chocolate y templamos la nata, mezclamos con unas varillas hasta tener la consistencia deseada, dejamos enfriar.
2. Calentamos la nata hasta que llegue a hervir, la retiramos y la vertemos en el chocolate, mezclamos hasta que se derrita el chocolate y tenga la consistencia deseada, como una salsa, dejamos enfriar.
Ambos métodos funcionan, en ambos casos dejamos enfiar la mezcla moviéndola de vez en cuando y evitando que se haga costra, siempre a temperatura ambiente, no en la nevera.
La pasamos a un biberón y reservamos.
Montaje
Antes de nada, nivelamos los bizcochos con ayuda de una lira y después los partimos en las capas que queramos, en mi caso, los partí en dos capas cada uno, para tener un total de cuatro capas.
En el plato giratorio ponemos una base de cartón para tartas, en el centro ponemos un poco de crema para pegar el bizcocho y colocamos la primera capa del bizcocho genovés, lo podéis hacer en el orden que queráis. Extendemos la Crema de Kinder y alisamos.
En las dos siguientes capas, con un cortador redondo, eliminamos el corazón del bizcocho, quedando como un donut. Con cuidado colocamos la siguiente capa encima y volvemos a echar la Crema de Kinder, colocamos la siguiente capa con el hueco en medio y extendemos de nuevo la crema.
Preparamos el relleno de la piñata, cortamos Kinder Bueno, barritas Kinder, Kit Kat con Conguitos, Lacasitos y todo lo que queramos meterle, lo echamos en el hueco de la tarta y tapamos con la última capa de bizcocho.
Extendemos más crema por toda la tarta para hacer la capa sujetamigas, no hace falta echar mucha, solo la suficiente como para tapar algunas imperfecciones y que después nos sea más fácil extender el resto de crema. La llevamos al frigorífico unas horas, la crema se habrá asentado y podremos darle otra capa para cubrirla.
En este punto apenas me quedaba Crema de Kinder Bueno, así que la mezclé con la Buttercream y empecé a cubrir la tarta, recordad alisar al final de cada pasada con la espátula e intentad que los bordes queden como un ángulo recto, en L. Si con una sola pasada os ha quedado bien reservad en el frigorífico hasta que falten unas horas para servir, si no es el caso reservad unas horas y después volver a cubrirla un poco más.
Unas horas antes de servir, con ayuda del biberón y la espátula echamos la ganache encima de la tarta y vamos alisando suavemente, cuando tengamos toda la superficie cubierta pasamos al efecto drip, echamos unas gotitas, con cuidado, en los bordes para que vayan goteando. Metemos la tarta de nuevo en la nevera hasta que decidamos decorarla.
Yo usé Mikados, Kit Kat, barritas Kinder y canutillos de helado para decorar aunque podéis usar lo que queráis.
Y ya tenéis la Piñata Drip Cake de Nutella y Kinder, es un proceso largo pero os aseguro que sorprenderéis a más de uno y que el sabor les va a encantar, sobre todo si son golosos 😉
No pude hacer una foto al corte, es una pena pero si la hacéis vosotros espero ver fotos 😊
Espero que os haya gustado este GRAN post sobre la tarta, de vez en cuando me gusta traeros este tipo de post para enseñaros, sobre todo a los que estáis empezando, que nada es imposible, y que si te lo propones lo puedes hacer, aunque sea poco a poco y despacio.
Hasta pronto! 😋
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viernes, 15 de septiembre de 2017
Escuela Anual de Pastelería! Y pista del próximo post ;)
¡Por fin!
Desde que acabé el Grado Superior en Cocina llevaba meses esperando a que llegara el día de empezar el curso de Pastelería en el que me había matriculado.
Ya lo había pensado meses atrás y había decidido apuntarme para comenzar en septiembre y cuando salieron las plazas inmediatamente reservé la mía, no iba a perderme esta oportunidad 😉
Estoy hablando de la Escuela Anual de Pastelería de Jessica Cakes. Jessica Cakes es una tienda, obrador y escuela de pastelería compuesta por varios cursos que se adaptan a tus necesidades, desde cursos de panadería hasta cursos anuales donde empiezas desde cero y vas avanzando poco a poco adquiriendo conocimientos que practicas más tarde en casa.
Hay varias escuelas en Madrid, yo estoy matriculada en Méndez Álvaro, pero también hay en Alcalá de Henares, Arturo Soria y Cuatro Caminos.
Estoy apuntada en la Escuela Anual de Pastelería, os dejo el link para que echéis un vistazo al programa, y empezamos el miércoles pasado.
Desde el principio, incluso una semana antes de empezar, el trato ha sido impecable, siempre pendientes de recordar la fecha de inicio, si había algún problema se ponían en contacto y daban las indicaciones para llegar hasta la academia, en general, unas personas maravillosas.
Cuando llegamos el primer día nos dieron la bienvenida, el recibimiento fue mi cálido. Nuestra profesora, Jessica, nos contó un poco sobre ella, cómo se iba a desarrollar el curso y la información esencial del primer día, después nos presentamos nosotras. Algunas tenemos nociones de pastelería y repostería, otras no pero no importa porque todas empezamos de cero y además que compartimos un objetivo común: aprender.
Bueno, esta es mi primera impresión del curso, seguro que habrá más posts contando con un poco más de detalle cómo va el curso y todo lo que voy aprendiendo y perfeccionando 😏
Hoy no solo os traigo esta gran noticia, también os dejo una pista sobre el próximo post que colgaré el martes que viene y que os va a encantar, sobre todo para los más golosos 😋
Se trata de una Pasta de Avellanas que podéis usar en muchas recetas o por sí sola untada sobre pan con mermelada.
Es una receta muy pero que muy fácil y con muchísimos usos dentro de la pastelería, os recomiendo que la tengáis muy presente.
Pasta de Avellanas
Ingredientes
- 400 gr de avellanas crudas
Antes de nada, esta receta también se puede hacer con avellanas tostadas pero la pasta no tendrá el mismo aroma ni el mismo sabor, si las tostáis vosotros conservará todas estas propiedades.
Comenzamos calentando el horno a 150º C, mientras ponemos las avellanas crudas en la bandeja de horno sobre papel vegetal. Horneamos durante 15 minutos, dando la vuelta a las avellanas cada 5 minutos para que no se quemen.
Las avellanas estarán listas cuando la piel se desprenda sola, si necesitan un poco más de tiempo dejadlas de 5 en 5 minutos para evitar que se pasen porque entonces la crema amargará.
Las pelamos lo máximo que podamos, si queda un poco de piel no pasa nada, las dejamos enfriar.
Necesitaremos una picadora potente. Metemos las avellanas en la máquina y picamos, pasarán de sólido a polvo y de polvo a líquido, tenemos que triturar hasta que tengamos una pasta densa. Con el calor la avellana soltará aceite y hará que se forme esta pasta, intentaremos que esté lo más lisa posible.
La vertemos en un recipiente y la dejamos enfriar antes de envasarla en un recipiente hermético.
Como ya he dicho antes, es un ingrediente básico para muchas recetas de pastelería pero también se puede usar por sí sola para desayunar o para darle sabor a las carnes 😋
Estos días iré colgando más pistas en los stories de mi Instagram sobre la receta del martes, así que estad atentos! 😉
Pasad buen finde!
Hasta pronto :)
Desde que acabé el Grado Superior en Cocina llevaba meses esperando a que llegara el día de empezar el curso de Pastelería en el que me había matriculado.
Ya lo había pensado meses atrás y había decidido apuntarme para comenzar en septiembre y cuando salieron las plazas inmediatamente reservé la mía, no iba a perderme esta oportunidad 😉
Estoy hablando de la Escuela Anual de Pastelería de Jessica Cakes. Jessica Cakes es una tienda, obrador y escuela de pastelería compuesta por varios cursos que se adaptan a tus necesidades, desde cursos de panadería hasta cursos anuales donde empiezas desde cero y vas avanzando poco a poco adquiriendo conocimientos que practicas más tarde en casa.
Hay varias escuelas en Madrid, yo estoy matriculada en Méndez Álvaro, pero también hay en Alcalá de Henares, Arturo Soria y Cuatro Caminos.
Estoy apuntada en la Escuela Anual de Pastelería, os dejo el link para que echéis un vistazo al programa, y empezamos el miércoles pasado.
Desde el principio, incluso una semana antes de empezar, el trato ha sido impecable, siempre pendientes de recordar la fecha de inicio, si había algún problema se ponían en contacto y daban las indicaciones para llegar hasta la academia, en general, unas personas maravillosas.
Cremas Básicas: Ganache Chocolate Frosting de queso Buttercream |
Bueno, esta es mi primera impresión del curso, seguro que habrá más posts contando con un poco más de detalle cómo va el curso y todo lo que voy aprendiendo y perfeccionando 😏
Hoy no solo os traigo esta gran noticia, también os dejo una pista sobre el próximo post que colgaré el martes que viene y que os va a encantar, sobre todo para los más golosos 😋
Se trata de una Pasta de Avellanas que podéis usar en muchas recetas o por sí sola untada sobre pan con mermelada.
Es una receta muy pero que muy fácil y con muchísimos usos dentro de la pastelería, os recomiendo que la tengáis muy presente.
Pasta de Avellanas
Ingredientes
- 400 gr de avellanas crudas
Antes de nada, esta receta también se puede hacer con avellanas tostadas pero la pasta no tendrá el mismo aroma ni el mismo sabor, si las tostáis vosotros conservará todas estas propiedades.
Comenzamos calentando el horno a 150º C, mientras ponemos las avellanas crudas en la bandeja de horno sobre papel vegetal. Horneamos durante 15 minutos, dando la vuelta a las avellanas cada 5 minutos para que no se quemen.
Las avellanas estarán listas cuando la piel se desprenda sola, si necesitan un poco más de tiempo dejadlas de 5 en 5 minutos para evitar que se pasen porque entonces la crema amargará.
Las pelamos lo máximo que podamos, si queda un poco de piel no pasa nada, las dejamos enfriar.
Necesitaremos una picadora potente. Metemos las avellanas en la máquina y picamos, pasarán de sólido a polvo y de polvo a líquido, tenemos que triturar hasta que tengamos una pasta densa. Con el calor la avellana soltará aceite y hará que se forme esta pasta, intentaremos que esté lo más lisa posible.
La vertemos en un recipiente y la dejamos enfriar antes de envasarla en un recipiente hermético.
Como ya he dicho antes, es un ingrediente básico para muchas recetas de pastelería pero también se puede usar por sí sola para desayunar o para darle sabor a las carnes 😋
Estos días iré colgando más pistas en los stories de mi Instagram sobre la receta del martes, así que estad atentos! 😉
Pasad buen finde!
Hasta pronto :)
martes, 12 de septiembre de 2017
Último helado de la temporada: Helado de café!
El frío de estos días me obliga a parar con la carrerilla que había cogido haciendo helados y es que cada vez me salen mejor, pero no os preocupéis que vendrán muchas más recetas y proyectos al blog que seguro que os gustarán.
El helado de hoy va por todos aquellos que se toman los cafés bien cargados y caseros, que se los hacen ellos mismos en casa acompañándolo con cualquier cosa; nata, leche condensada, un chorrito de alcohol e incluso chocolate fundido.
Adoro el olor del café recién abierto de su paquete, llena la cocina de un aroma fuerte pero envolvente. Soy muy sensible a los olores, noto cualquier cambio en el ambiente y aunque esté en otra habitación puedo oler cuando mi madre abre el paquete de café.
Siempre he dicho que quiero que mi casa huela a galletas recién hechas, a bizcocho de vainilla y a café, para mí son olores que me vuelven loca.
Bueno, el helado de hoy veréis que es muy fácil, mucho más que los anteriores aunque la verdad es que todos son fáciles una vez le pierdes el miedo al "¿y si sale mal?". Se puede hacer sin heladera aunque yo todos los hago con heladera, además lo podéis usar como crema aunque tened cuidado porque una vez le metáis mano ya no podréis parar 😉
La receta la he sacado del blog The Sweetest Taste, la he seguido paso a paso y el resultado es increíble, además que admite mucha decoración y acompañamiento así que lo podéis tomar como queráis.
Helado de Café
Ingredientes
- 300 ml de nata
- 175 gr de leche condensada
- 2 cucharadas de café soluble
- 2 cucharadas de licor de café
Ponemos todos los ingredientes en el bol de la batidora y lo montamos hasta que haga picos suaves, cuidado con pasarnos porque se puede estropear.
Yo usé Baileys porque me encanta el sabor y el olor que da a las cremas.
Si queréis que el helado sea más oscuro y con un sabor a café más intenso añadid un poco más de café pero siempre poco a poco o aguaremos la mezcla y se estropeará.
Una vez montada podéis hacer dos cosas:
1. Congelarlo en un recipiente hermético mínimo 6 horas (no es necesario moverlo ya que el alcohol evitará que cristalice)
2. Refrigerarlo en la nevera unas horas, meterlo en la heladera hasta que tenga la consistencia deseada y congelarlo en un recipiente hermético unas horas hasta que asiente.
Ambas opciones son posibles y el resultado es el mismo. Recordad que si el helado está muy duro como para sacar las bolas deberéis dejarlo unos minutos fuera del frigorífico o meter en agua caliente la cuchara sacabolas.
Como veis es un helado express de café que se hace en unos minutos y que merece mucho la pena porque tiene un sabor muy intenso y agradable, además, el Baileys le da un toque perfecto para los amantes de este licor.
(Por cierto, he roto mi segunda cuchara para helados, por eso las bolas no son bolas, pronto compraré otra cuchara más resistente 😜 )
Nos vemos el viernes!
Hasta pronto! 😊
El helado de hoy va por todos aquellos que se toman los cafés bien cargados y caseros, que se los hacen ellos mismos en casa acompañándolo con cualquier cosa; nata, leche condensada, un chorrito de alcohol e incluso chocolate fundido.
Adoro el olor del café recién abierto de su paquete, llena la cocina de un aroma fuerte pero envolvente. Soy muy sensible a los olores, noto cualquier cambio en el ambiente y aunque esté en otra habitación puedo oler cuando mi madre abre el paquete de café.
Siempre he dicho que quiero que mi casa huela a galletas recién hechas, a bizcocho de vainilla y a café, para mí son olores que me vuelven loca.
Bueno, el helado de hoy veréis que es muy fácil, mucho más que los anteriores aunque la verdad es que todos son fáciles una vez le pierdes el miedo al "¿y si sale mal?". Se puede hacer sin heladera aunque yo todos los hago con heladera, además lo podéis usar como crema aunque tened cuidado porque una vez le metáis mano ya no podréis parar 😉
La receta la he sacado del blog The Sweetest Taste, la he seguido paso a paso y el resultado es increíble, además que admite mucha decoración y acompañamiento así que lo podéis tomar como queráis.
Helado de Café
Ingredientes
- 300 ml de nata
- 175 gr de leche condensada
- 2 cucharadas de café soluble
- 2 cucharadas de licor de café
Ponemos todos los ingredientes en el bol de la batidora y lo montamos hasta que haga picos suaves, cuidado con pasarnos porque se puede estropear.
Yo usé Baileys porque me encanta el sabor y el olor que da a las cremas.
Si queréis que el helado sea más oscuro y con un sabor a café más intenso añadid un poco más de café pero siempre poco a poco o aguaremos la mezcla y se estropeará.
Una vez montada podéis hacer dos cosas:
1. Congelarlo en un recipiente hermético mínimo 6 horas (no es necesario moverlo ya que el alcohol evitará que cristalice)
2. Refrigerarlo en la nevera unas horas, meterlo en la heladera hasta que tenga la consistencia deseada y congelarlo en un recipiente hermético unas horas hasta que asiente.
Ambas opciones son posibles y el resultado es el mismo. Recordad que si el helado está muy duro como para sacar las bolas deberéis dejarlo unos minutos fuera del frigorífico o meter en agua caliente la cuchara sacabolas.
Como veis es un helado express de café que se hace en unos minutos y que merece mucho la pena porque tiene un sabor muy intenso y agradable, además, el Baileys le da un toque perfecto para los amantes de este licor.
(Por cierto, he roto mi segunda cuchara para helados, por eso las bolas no son bolas, pronto compraré otra cuchara más resistente 😜 )
Nos vemos el viernes!
Hasta pronto! 😊
viernes, 8 de septiembre de 2017
Semana helada; Helado de Filipinos!
Ya se que es septiembre pero aún hace calor y quiero aprovechar hasta el último día de calor para exprimir la heladera, este año me lo he tomado muy en serio.
En verdad tenía muchas ganas de hacer este helado. El año pasado fui a Cullera y probé por primera vez el Helado de Filipinos Blancos y me enamoré. No recuerdo la heladería que era, es una pena, pero cada vez que salíamos a dar una vuelta por la playa cogía ese helado, realmente estaba buenísimo.
Este año empecé a buscar recetas como una loca y encontré muchas pero por alguna tendría que comenzar y aquí os la traigo.
La textura es muy densa y yo os recomiendo que si os encantan los Filipinos Blancos trituréis más cantidad y se lo añadáis al helado, veréis como el sabor se intensifica más.
La receta la he sacado de Vidalcal's Kitchen y para ser la primera no ha estado nada mal, os la recomiendo 😉
Helado de Filipinos Blancos
Ingredientes
-2 yemas huevo
- 200 ml nata
- 100 gr leche condensada
- 50 ml leche
- 170 gr filipinos blancos
Empezamos triturando 100 gr de los filipinos blancos hasta que sea casi polvo, intentad ser lo más rápidos posible porque el chocolate se derretirá y se pegara a las cuchillas.
Después le añadimos la leche, las yemas y la leche condensada, mezclamos hasta tener una pasta homogénea. Reservamos en la nevera.
Montamos la nata hasta que haga picos blancos y veamos que está bastante firme, cuidado con pasarse por que se hace mantequilla. Añadimos la mezcla anterior a la nata en varias tandas y mezclamos con movimientos envolventes y con cuidado de no sobremezclar.
Refrigeramos esta mezcla al menos 12 horas en la nevera. Pasado este tiempo, lo metemos en la heladera unos 20 minutos aproximadamente o hasta que veamos que tiene la textura deseada. Pasamos el helado a un recipiente hermético echando los 70 gr de filipinos troceados entre capa y capa, añadimos algunos más en la capa superior.
Refrigeramos unas horas antes de comer.
Os aseguro que cuando lo probéis vais a querer más, una parte buena es que con estas cantidades sale bastante helado así que tendréis para algunos días aunque ya habéis visto que es muy fácil y podéis hacerlo en cualquier momento.
Hasta pronto! 😊
En verdad tenía muchas ganas de hacer este helado. El año pasado fui a Cullera y probé por primera vez el Helado de Filipinos Blancos y me enamoré. No recuerdo la heladería que era, es una pena, pero cada vez que salíamos a dar una vuelta por la playa cogía ese helado, realmente estaba buenísimo.
Este año empecé a buscar recetas como una loca y encontré muchas pero por alguna tendría que comenzar y aquí os la traigo.
La textura es muy densa y yo os recomiendo que si os encantan los Filipinos Blancos trituréis más cantidad y se lo añadáis al helado, veréis como el sabor se intensifica más.
La receta la he sacado de Vidalcal's Kitchen y para ser la primera no ha estado nada mal, os la recomiendo 😉
Helado de Filipinos Blancos
Ingredientes
-2 yemas huevo
- 200 ml nata
- 100 gr leche condensada
- 50 ml leche
- 170 gr filipinos blancos
Empezamos triturando 100 gr de los filipinos blancos hasta que sea casi polvo, intentad ser lo más rápidos posible porque el chocolate se derretirá y se pegara a las cuchillas.
Después le añadimos la leche, las yemas y la leche condensada, mezclamos hasta tener una pasta homogénea. Reservamos en la nevera.
Montamos la nata hasta que haga picos blancos y veamos que está bastante firme, cuidado con pasarse por que se hace mantequilla. Añadimos la mezcla anterior a la nata en varias tandas y mezclamos con movimientos envolventes y con cuidado de no sobremezclar.
Refrigeramos esta mezcla al menos 12 horas en la nevera. Pasado este tiempo, lo metemos en la heladera unos 20 minutos aproximadamente o hasta que veamos que tiene la textura deseada. Pasamos el helado a un recipiente hermético echando los 70 gr de filipinos troceados entre capa y capa, añadimos algunos más en la capa superior.
Refrigeramos unas horas antes de comer.
Os aseguro que cuando lo probéis vais a querer más, una parte buena es que con estas cantidades sale bastante helado así que tendréis para algunos días aunque ya habéis visto que es muy fácil y podéis hacerlo en cualquier momento.
Hasta pronto! 😊
martes, 5 de septiembre de 2017
Helado de Chicle!
Este año me propuse esmerarme con los helados y ¡lo he hecho! La verdad es que a diferencia del año pasado he hecho muchos más y con sabores distintos aunque el más "raro" es el Helado de Chicle que os voy a enseñar hoy.
Este sabor lo he visto en muchas heladerías pero nunca lo he llegado a probar porque no me gustan los helados muy empalagosos pero sí que me gustaba el color que tenían, tan rosa y pastel que de verdad parecía que fuera el típico chicle de bola.
Pues hace tiempo que vi en el Carrefour las pastas concentradas de Home Chef y entre ellas estaba la de Chicle ¿por qué no comprarla? Seguro que le daba algún uso, ya fuera para algún cupcake o alguna crema, pero no ha sido hasta ahora que por fin le he dado uso y la he probado por primera vez.
Es un olor bastante fuerte pero por eso pone que está concentrado, el color rojizo pero con el frío se acaba aclarando y queda un color rosa fuerte muy bonito aunque depende de la cantidad que añadáis a la mezcla. Es un sabor diferente, para tradicional, pero seguro que a los peques les encanta.
Esta receta la he cogido del blog The Sweetest Taste, lo descubrí hace poco pero me han encantado todas sus recetas y seguro que de ahora en adelante veréis que la nombro muy a menudo 😊
Helado de Chicle
Ingredientes
- 175 ml de leche entera
- 75 ml de nata
- 4 yemas
- 75 gr azúcar
- 3 cucharadas chicle en pasta
Empezamos mezclando la leche con la nata y poniéndolas en un cazo a fuego medio hasta que comience a hervir, tendremos cuidado de que no se queme ni que hierva en exceso, movemos de vez en cuando.
Por otro lado, mezclamos las yemas con el azúcar bien hasta que la mezcla blanquee, no hace falta montar las yemas, solo tienen que cambiar de color.
Cuando la mezcla de la leche hierva lo vertemos poco a poco sobre las yemas mientras movemos, es muy importante verterlo poco a poco y con cuidado de no quemarnos. Mezclamos bien y lo vertemos al cazo donde estaba la leche, lo ponemos a fuego bajo y dejamos que espese lentamente mientras movemos con las varillas, no podemos dejar que la mezcla hierva.
Cuando haya espesado lo vertemos en otro recipiente y añadimos las cucharadas de chicle, yo usé cucharaditas, de dos en dos para no pasarme, pero al final acabé echando la cantidad de la receta, os recomiendo que sigáis la receta, si cuando lo probéis pensáis que necesita más chicle modificad esa cantidad la próxima vez, es mejor quedarse corto que pasarse. Mezclamos hasta que todo esté bien integrado.
Refrigeramos esta mezcla durante al menos 3 horas, pasado este tiempo lo vertemos en la heladera, con la cubeta previamente congelada, y dejamos mantecar hasta que tenga la consistencia que deseamos, aproximadamente entre 10 - 20 minutos.
Pasamos esta mezcla a un recipiente hermético y congelados unas horas para que su textura sea de helado. Recordad que para sacar bien las bolas deberéis retirar el helado del congelador unos minutos antes.
Es muy fácil y el resultado es increíble 😋
Hasta pronto! 😄
Este sabor lo he visto en muchas heladerías pero nunca lo he llegado a probar porque no me gustan los helados muy empalagosos pero sí que me gustaba el color que tenían, tan rosa y pastel que de verdad parecía que fuera el típico chicle de bola.
Pues hace tiempo que vi en el Carrefour las pastas concentradas de Home Chef y entre ellas estaba la de Chicle ¿por qué no comprarla? Seguro que le daba algún uso, ya fuera para algún cupcake o alguna crema, pero no ha sido hasta ahora que por fin le he dado uso y la he probado por primera vez.
Es un olor bastante fuerte pero por eso pone que está concentrado, el color rojizo pero con el frío se acaba aclarando y queda un color rosa fuerte muy bonito aunque depende de la cantidad que añadáis a la mezcla. Es un sabor diferente, para tradicional, pero seguro que a los peques les encanta.
Esta receta la he cogido del blog The Sweetest Taste, lo descubrí hace poco pero me han encantado todas sus recetas y seguro que de ahora en adelante veréis que la nombro muy a menudo 😊
Helado de Chicle
Ingredientes
- 175 ml de leche entera
- 75 ml de nata
- 4 yemas
- 75 gr azúcar
- 3 cucharadas chicle en pasta
Empezamos mezclando la leche con la nata y poniéndolas en un cazo a fuego medio hasta que comience a hervir, tendremos cuidado de que no se queme ni que hierva en exceso, movemos de vez en cuando.
Por otro lado, mezclamos las yemas con el azúcar bien hasta que la mezcla blanquee, no hace falta montar las yemas, solo tienen que cambiar de color.
Cuando la mezcla de la leche hierva lo vertemos poco a poco sobre las yemas mientras movemos, es muy importante verterlo poco a poco y con cuidado de no quemarnos. Mezclamos bien y lo vertemos al cazo donde estaba la leche, lo ponemos a fuego bajo y dejamos que espese lentamente mientras movemos con las varillas, no podemos dejar que la mezcla hierva.
Cuando haya espesado lo vertemos en otro recipiente y añadimos las cucharadas de chicle, yo usé cucharaditas, de dos en dos para no pasarme, pero al final acabé echando la cantidad de la receta, os recomiendo que sigáis la receta, si cuando lo probéis pensáis que necesita más chicle modificad esa cantidad la próxima vez, es mejor quedarse corto que pasarse. Mezclamos hasta que todo esté bien integrado.
Refrigeramos esta mezcla durante al menos 3 horas, pasado este tiempo lo vertemos en la heladera, con la cubeta previamente congelada, y dejamos mantecar hasta que tenga la consistencia que deseamos, aproximadamente entre 10 - 20 minutos.
Pasamos esta mezcla a un recipiente hermético y congelados unas horas para que su textura sea de helado. Recordad que para sacar bien las bolas deberéis retirar el helado del congelador unos minutos antes.
Es muy fácil y el resultado es increíble 😋
Hasta pronto! 😄
viernes, 1 de septiembre de 2017
Welcome September: Nutella Shake!
¡Bienvenido Septiembre!
Ya se acaba el verano y toca ponerse las pilas, volver a la rutina y por supuesto: ¡hornear! He de reconocer que en el verano he horneado muy poco, hacía mucho calor y lo que menos apetece es encerrarse en la cocina con el horno encendido pudiendo hacer mil y un postres fresquitos, sin necesidad de horno y que también están deliciosos.
A ver, me gusta verano pero es que el otoño y el invierno tienen un encanto especial para mí. Adoro el frío, aunque a veces me queje, los que me conocen saben que muchas veces me quejo por gusto 😄
Pero el frío y yo tenemos una relación especial, es lo que tiene nacer en Diciembre.
Aunque estos días las temperaturas han bajado un poco sigue haciendo cierto calor, y no quería acabar el verano sin hacer un Shake, además este va dedicado a todas las personas adictas a la Nutella, que se que hay bastantes 😉
He cogido la receta de Divina Cocina y la he modificado un poco. Es muy fácil y rápido de hacer y veréis como el resultado es increíble, además que lo podéis decorar como queráis, es una buena merienda 😋
Nutella Shake
Ingredientes
- 2 cucharadas grandes de Nutella
- 400 ml de leche
- 2 bolas de helado de nata
- 1 cucharadita esencia vainilla
- Nata
- Lacasitos
- Sprinkles
Para este batido necesitamos que tanto la leche como el helado de nata estén muy pero que muy fríos. Podéis usar mi receta de Helado de nata para esta ocasión, ya os dije que tenía muchos usos.
Ponemos todos los ingredientes en el vaso de la batidora y batimos hasta tener una mezcla homogénea, lo probamos y si necesita algún ingrediente más se lo añadimos en pequeñas cantidades hasta que tenga el sabor que queremos.
Lo mantenemos en frío hasta servir. El punto ideal de este batido es el frío, si lo pierde también pierde un poco de su encanto.
Decoramos las jarras, con una brocha pintamos los bordes de las jarras con nutella y lo rebozamos en los sprinkles que queramos. Echamos el batido en las jarras y decoramos con nata, también se le puede añadir siropes, yo lo decoré con lacasitos y azúcar de colores.
Cuando lo probéis vais a querer repetir, si sois amantes de la Nutella este es vuestro batido, no os vais a arrepentir.😏
Espero que paséis un buen finde y nos vemos el martes!
Hasta pronto!
Ya se acaba el verano y toca ponerse las pilas, volver a la rutina y por supuesto: ¡hornear! He de reconocer que en el verano he horneado muy poco, hacía mucho calor y lo que menos apetece es encerrarse en la cocina con el horno encendido pudiendo hacer mil y un postres fresquitos, sin necesidad de horno y que también están deliciosos.
A ver, me gusta verano pero es que el otoño y el invierno tienen un encanto especial para mí. Adoro el frío, aunque a veces me queje, los que me conocen saben que muchas veces me quejo por gusto 😄
Pero el frío y yo tenemos una relación especial, es lo que tiene nacer en Diciembre.
Aunque estos días las temperaturas han bajado un poco sigue haciendo cierto calor, y no quería acabar el verano sin hacer un Shake, además este va dedicado a todas las personas adictas a la Nutella, que se que hay bastantes 😉
He cogido la receta de Divina Cocina y la he modificado un poco. Es muy fácil y rápido de hacer y veréis como el resultado es increíble, además que lo podéis decorar como queráis, es una buena merienda 😋
Nutella Shake
Ingredientes
- 2 cucharadas grandes de Nutella
- 400 ml de leche
- 2 bolas de helado de nata
- 1 cucharadita esencia vainilla
- Nata
- Lacasitos
- Sprinkles
Para este batido necesitamos que tanto la leche como el helado de nata estén muy pero que muy fríos. Podéis usar mi receta de Helado de nata para esta ocasión, ya os dije que tenía muchos usos.
Ponemos todos los ingredientes en el vaso de la batidora y batimos hasta tener una mezcla homogénea, lo probamos y si necesita algún ingrediente más se lo añadimos en pequeñas cantidades hasta que tenga el sabor que queremos.
Lo mantenemos en frío hasta servir. El punto ideal de este batido es el frío, si lo pierde también pierde un poco de su encanto.
Decoramos las jarras, con una brocha pintamos los bordes de las jarras con nutella y lo rebozamos en los sprinkles que queramos. Echamos el batido en las jarras y decoramos con nata, también se le puede añadir siropes, yo lo decoré con lacasitos y azúcar de colores.
Cuando lo probéis vais a querer repetir, si sois amantes de la Nutella este es vuestro batido, no os vais a arrepentir.😏
Espero que paséis un buen finde y nos vemos el martes!
Hasta pronto!
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