El frío de estos días me obliga a parar con la carrerilla que había cogido haciendo helados y es que cada vez me salen mejor, pero no os preocupéis que vendrán muchas más recetas y proyectos al blog que seguro que os gustarán.
El helado de hoy va por todos aquellos que se toman los cafés bien cargados y caseros, que se los hacen ellos mismos en casa acompañándolo con cualquier cosa; nata, leche condensada, un chorrito de alcohol e incluso chocolate fundido.
Adoro el olor del café recién abierto de su paquete, llena la cocina de un aroma fuerte pero envolvente. Soy muy sensible a los olores, noto cualquier cambio en el ambiente y aunque esté en otra habitación puedo oler cuando mi madre abre el paquete de café.
Siempre he dicho que quiero que mi casa huela a galletas recién hechas, a bizcocho de vainilla y a café, para mí son olores que me vuelven loca.
Bueno, el helado de hoy veréis que es muy fácil, mucho más que los anteriores aunque la verdad es que todos son fáciles una vez le pierdes el miedo al "¿y si sale mal?". Se puede hacer sin heladera aunque yo todos los hago con heladera, además lo podéis usar como crema aunque tened cuidado porque una vez le metáis mano ya no podréis parar 😉
La receta la he sacado del blog The Sweetest Taste, la he seguido paso a paso y el resultado es increíble, además que admite mucha decoración y acompañamiento así que lo podéis tomar como queráis.
Helado de Café
Ingredientes
- 300 ml de nata
- 175 gr de leche condensada
- 2 cucharadas de café soluble
- 2 cucharadas de licor de café
Ponemos todos los ingredientes en el bol de la batidora y lo montamos hasta que haga picos suaves, cuidado con pasarnos porque se puede estropear.
Yo usé Baileys porque me encanta el sabor y el olor que da a las cremas.
Si queréis que el helado sea más oscuro y con un sabor a café más intenso añadid un poco más de café pero siempre poco a poco o aguaremos la mezcla y se estropeará.
Una vez montada podéis hacer dos cosas:
1. Congelarlo en un recipiente hermético mínimo 6 horas (no es necesario moverlo ya que el alcohol evitará que cristalice)
2. Refrigerarlo en la nevera unas horas, meterlo en la heladera hasta que tenga la consistencia deseada y congelarlo en un recipiente hermético unas horas hasta que asiente.
Ambas opciones son posibles y el resultado es el mismo. Recordad que si el helado está muy duro como para sacar las bolas deberéis dejarlo unos minutos fuera del frigorífico o meter en agua caliente la cuchara sacabolas.
Como veis es un helado express de café que se hace en unos minutos y que merece mucho la pena porque tiene un sabor muy intenso y agradable, además, el Baileys le da un toque perfecto para los amantes de este licor.
(Por cierto, he roto mi segunda cuchara para helados, por eso las bolas no son bolas, pronto compraré otra cuchara más resistente 😜 )
Nos vemos el viernes!
Hasta pronto! 😊
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