Después de todo el alboroto de Halloween toca descansar un poco.
Por mi parte, tengo que recoger todas las cositas como los adornos, los cortadores, el fondant, las bolsas... un sinfín de cosas que se quedan para el año que viene.
Por suerte tengo ayuda y aunque en estos casos me gusta hacerlo sola porque así sé dónde he puesto las cosas reconozco que a veces no puedo con todo.
Así que después de estos días de limpieza y organización toca relajarse un poco y pensar en la siguiente gran fecha: Navidad.
Y es que ya está aquí, por mucho que lo hayamos querido retrasar, los supermercados nos recuerdan día a día que ya estamos casi en Navidad.
¿Quién no ha visto ya la sección de turrones y polvorones?
Yo ya me he comido un polvorón y un bombón y eso que me quería esperar hasta diciembre...
Así que estoy haciendo fuerza para no probar nada más navideño al menos hasta el puente de diciembre 😉
La receta de hoy es un poco atípica, dado el tiempo de lluvia y frío que hace, pero me apetecía colgarla porque viene muy bien después de una gran comilona como ha podido ser la del Día de todos los Santos, aunque, si queréis podéis guardarla para Navidad.
Es una receta ligera y agradable para los amantes del limón, además, la galleta le aporta un toque crujiente muy interesante.
Hoy vamos a hacer una ¡Pie de Limón!
Antes de nada, decir que la receta es del canal de Youtube Quiero Cupcakes de Pamela.
Que, por cierto, si la seguís en Instagram habréis visto que el día 15 de Noviembre saca su libro a la venta, aquí tenéis un vídeo donde lo explica todo 😉
¡Qué ganas de tenerlo!
Las cantidades son para un molde de 24 cm aunque yo hice una tarta de 15 cm y la crema que sobró la usé para hacer mousses de limón individuales.
¡Vamos con la receta!
Pie de Limón
Ingredientes:
Base:
- 360 gr galletas digestive
- 180 gr mantequilla
Relleno:
- 400 ml de leche condensada
- 180 ml de zumo de limón
- 500 ml de nata
- Ralladura de un limón
- 1,5 cucharadas de gelatina en polvo
- 80 ml de agua fría
Como veis en una tarta fría que no necesita horno, además, es muy fácil y rápida de hacer, solo hay que esperar que coja cuerpo en el frigorífico 😊
Empezamos elaborando la base, trituramos las galletas hasta tener un polvo no muy fino y derretimos la mantequilla. Mezclamos ambos ingredientes hasta que sea homogéneo.
Preparamos un molde o un aro de montaje forrándolo con papel de horno en la base y papel de acetato en los laterales.
Extendemos una parte de las galletas en los laterales del molde apretándolo bien, añadimos el resto y formamos la base, tiene que quedar como un cuenco.
Lo metemos en el frigorífico para que se solidifique un poco.
Continuamos con el relleno. Mezclamos el agua con la gelatina y dejamos que repose hasta que la mezcla sea como una esponja.
Mientras, mezclamos la leche condensada con el zumo de limón y la ralladura hasta integrar, reservamos.
Montamos la nata, debe estar muy fría pero no congelada.
Calentamos la gelatina unos segundos en el microondas y removemos, se lo añadimos a la leche condensada mientras mezclamos.
Añadimos la nata a la leche condensada con movimientos envolventes procurando que la mezcla no se baje.
Echamos la mezcla en el molde y alisamos con una espátula, refrigeramos un mínimo de 4 horas.
Sacamos unos minutos antes de servir y le quitamos el aro de acetato.
Podemos decorarla con nata y unas virutas de chocolate blanco o un poco de ralladura de limón muy finita.
Ya sabéis que para gustos los colores 😋
Además, os dejo unas fotos de los postres individuales que también quedaron muy bonitos 😊
¡Ya tenemos nuestra Pie de Limón lista para hincarle el diente!
Es una bocanada de aire después de una comida copiosa.
Os la recomiendo al 100% 😉
¡Hasta pronto!
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