Ya estamos en Otoño.
Pero parece que el verano se resiste a dejarnos marchar.
Ahora mismo estoy escribiendo esto con pantalones corto, camiseta de tirantes y con el ventilador puesto.
¡Y sólo son las 12 de la mañana!
He visto que este fin de semana hará mucho calor, de nuevo, y después empezarán a bajar las temperaturas pero... todavía queda el veranillo de San Miguel.
¿Se habrá adelantado?
Ya sabéis que soy muy fan del frío y estoy esperándolo ansiosa para poder encender de una vez por todas el horno y darle un estreno como se merece, que ya tengo varias recetas pensadas 😋
Pero hay que esperar un poco más.
De todos modos, con las semanas tan ajetreadas que llevo me es imposible cocinar nada.
¡Me faltan horas en el día!
Y todavía tengo muchos pendientes...
Pero siempre me quedará un huequito para contaros cositas por el Blog 😉
Hoy os voy a contar algunas cosillas sobre las Tartas Cuadradas que tal vez no sepáis y que son cosas que ayudan mucho a la hora de elaborar.
Además, os voy a enseñar un modelo de Tarta para Baby Shower de crema que no está nada mal.
Antes de nada, tengo que decir que no soy muy fan de las tartas cuadradas pero si hay que hacer una, se hace.
Al final quedan bonitas, sí, pero tienen algo que no me acaba de gustar, tal vez las esquinas, su tamaño... no lo sé.
Pero no voy a mentir, cuando necesitas muchas porciones son la mejor solución.
Sabemos que las porciones en las tartas redondas se miden según los centímetros del molde a partir de 20 cm, es decir, 20 cm = 20 raciones.
Pero con las tartas cuadradas no seguimos esta regla y es que una tarta de 20 cm cuadrada son 32 raciones.
Aquí tenéis una tabla con las proporciones.
Es muy útil contar con una tabla así cuando vamos a elaborar una tarta cuadrada porque aunque nos parezca pequeña, tal vez ese tamaño sea más que suficiente.
Hasta aquí las Tartas Cuadradas, vamos ahora con las Tartas Baby Shower de crema.
Es cierto que las tartas de fondant son muy vistosas y para fiestas infantiles son las que más llaman la atención de los niños y de los invitados pero a la hora de comer se hacen pastosas y no son tan apetecibles al gusto como a la vista.
Más de una ocasión me he topado con gente que quería una tarta bonita pero que no fuera de fondant.
Hay mil tartas bonitas de crema pero veo muy pocas tartas de crema infantiles.
Tal vez no haya buscado bien pero si pones en Google "tartas infantiles" o "tartas Baby Shower" un 80% son de fondant y aunque tengo bastante imaginación, a veces me cuesta visualizar una tarta infantil de crema.
Así que la solución que he encontrado ha sido buscar una tarta de fondant y transformarla en crema. No queda al 100% igual pero sí se acerca bastante.
Y eso es lo que he hecho con esta tarta que vais a ver ahora.
Sinceramente me gusta mucho más la mía y si fuera redonda pues aún más, pero por las raciones que pedían la mejor opción era cuadrada.
Y ahora vamos con la receta en sí.
He usado la receta de Cupcakes de Galleta María del libro Objetivo Cupcake Perfecto de Alma Obregón pero he doblado las cantidades para un molde de 25 cm.
La crema es sólo un frosting de queso como la que se usa para la Red Velvet, yo hice unos 700 gr de crema y separé un poco para teñirlo de azul.
¡Vamos con la receta!
Bizcocho de Galleta María
Ingredientes:
- 230 gr de mantequilla
- 440 gr de azúcar blanco
- 6 huevos
- 440 gr de harina
- 3 cucharaditas de levadura
- 300 ml de leche semi
- 24 galletas María
- 40 gr de cacao instantáneo
Precalentamos el horno a 180ºC y preparamos el molde que vayamos a usar.
Trituramos las galletas hasta que sean polvo. Tamizamos la harina con la levadura y el cacao, reservamos.
Batimos la mantequilla con el azúcar hasta que la mezcla se aclare, añadimos los huevos uno a uno mientras batimos a velocidad baja. Alternamos la leche con la harina batiendo a velocidad muy baja y lo mínimo, si es necesario, integraremos la última parte de la harina con una espátula.
Añadimos las galletas trituradas con la misma espátula.
Vertemos la mezcla en el molde y horneamos 1 hora aproximadamente, para saber si está listo lo pincharemos con un palillo y si sale limpio podemos sacarlo del horno. Dejaremos que enfríe sobre una rejilla y en el molde unos 10 minutos.
Desmoldamos y envolvemos en papel film aún caliente. A mí me gusta que el bizcocho repose al menos un día.
En ese día de reposo, podemos hacer las huellas de fondant, yo usé una plantilla de internet para cortarlas en el fondant, las dejaremos secar un día. No importa si está duro porque posiblemente no se vaya a comer.
Cortamos el bizcocho en capas y lo rellenamos con una buena porción de frosting de queso, cuando tengamos todas las capas, cubrimos las tarta entera con la crema y alisamos intentando que las esquinas queden muy redondeadas y lisas, esto lleva tiempo y paciencia, mucha paciencia.
Colocamos las huellas de bebé con cuidado de aprovechar el espacio que tenemos y que queden lo más centradas posible.
Teñimos una parte de crema de azul y metemos en dos mangas una parte de crema blanca y otra de crema azul con las boquillas que queramos.
Yo hice estrellitas de crema en la parte superior y en la parte inferior, quedó muy bonita 😊
¡Y ya tenemos nuestra tarta de Baby Shower lista para presentar!
Como ya dije, lleva su tiempo porque no es un trabajo fácil, además, hay procesos que no se pueden acortar por mucho que queramos.
Un buen postre requiere tiempo y no hay ningún minuto malgastado si el resultado es espectacular
😋
¡Hasta pronto!
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