¡Hola!
¿Qué tal lleváis el inicio de la semana?
Yo la he empezado un poco regular pero estoy segura de que a lo largo de la semana todo se arreglará y la acabaré de maravilla.
Yo la he empezado un poco regular pero estoy segura de que a lo largo de la semana todo se arreglará y la acabaré de maravilla.
Pero aunque la haya empezar así tengo cositas muy buenas que contaros.
Ayer empecé un nuevo curso de repostería pero para mí no es un curso cualquiera, ninguno lo ha sido la verdad, pero este me parece que tiene un sabor muy especial.
He empezado el Módulo 1 de repostería en Dulces Ilusiones.
Ya os hablé alguna vez de Dulces Ilusiones porque ya he hecho algún que otro curso online con ellas y sólo tengo palabras buenas para describir la experiencia.
Así que entre unas cosas y otras nos hemos apuntado a sus módulos, digo nos porque somo un grupo de 4 chicas del anterior curso las que hemos ido en pandi.
Ya se nos van acabando los cursos 😉
¿Por qué decidimos apuntarnos en Dulces Ilusiones?
Cada una tiene sus razones, yo tengo varias y entre ellas está la cercanía, tan sólo estoy a 40 minutos, la forma de enseñar que tienen allí, Natalia es un encanto en la formación online, y todos los trabajos y opciones que tienen.
Vimos las figuras y las tartas que tenían en el escaparate e inmediatamente nos enamoramos, lo primero que pensé fue "yo quiero hacer eso"
Y aquí estamos, emprendiendo un nuevo camino en la repostería.
Y para "celebrar" mi nuevo comienzo de curso os traigo una entrada diferente porque no es receta pero tampoco es tutorial del todo pero me hacía ilusión enseñarlo 😊
Hace como un año o así vi en los chinos, benditos chinos que tienen de todo, una manta de silicona supuestamente para dar textura al fondant pero yo no lo veía así que indagué y le encontré otro uso más refinado; hacer encaje comestible.
Dos días después ya estaba buscando el preparado en las tiendas de repostería para pedirlo porque me moría de ganas de hacerlo. Había visto decenas de vídeos de cómo se hacía y parecía lo más sencillo del mundo así que ¿por qué no intentarlo?
Bueno, ya tenía mi manta de silicona, mi preparado de encaje y las ganas pero me faltaba tiempo así que entre unas cosas y otras ha pasado casi un año y aquí seguía, sin hacer encaje comestible.
Pero, por fin, he sacado unos minutillos para dedicarme al encaje y la entrada de hoy era perfecta para enseñaros tanta delicadeza.
El preparado lo podéis encontrar en cualquier tienda de repostería aunque lo podéis hacer vosotros mismos en casa pero yo opté por no complicarme mucho y lo compré pre hecho.
¡Vamos allá!
Encaje Comestible
Ingredientes:
- Preparado de encaje comestible
- Agua
Utensilios:
- Manta o molde de silicona para encaje
- Espátula o rasqueta
- Varillas
Empezamos preparando la manta donde echaremos el preparado, yo probé de dos formas, en un lado el eché spray desmoldante y en otro no para ver la diferencia.
Pesamos las cantidades que nos ponga el paquete pero por normal general es la misma cantidad de producto que de agua, mezclamos bien con las varillas hasta que nos queda una especie de pasta de dientes. Con la ayuda de la espátula recogemos lo que hay alrededor del bol y lo integramos bien para no desperdiciar nada de nada.
Echamos una cucharada del preparado sobre la manta y lo vamos extendiendo tranquilamente sobre los dibujos, tiene que queda bien relleno.
Cuando tengamos todo el dibujo relleno pasamos la espátula horizontalmente sin apretar mucho para eliminar todo el relleno, tal vez necesitemos más de una pasada y mucha paciencia porque si somos muy bruscos nos podemos llevar el relleno.
Repetimos este proceso hasta que tenemos todo bien cubierto o se nos haya acabado el preparado. Para secarlo hay varios métodos, en microondas si el molde es pequeño, en horno o secado al aire. Yo lo dejé secar al aire porque no tenía prisa y me tardó una noche aproximadamente.
Cuando veamos que está bien seco lo vamos despegando despacio del tapete. Yo llegué a la conclusión de que no era necesario el spray porque se quita estupendamente y me entorpeció a la hora de esparcir el preparado.
Veremos que el resultado es muy elástico y podemos hacer casi cualquier cosa con ello, yo lo recorté y lo puse sobre unas galletas y el resultado es precioso. Para conservarlo lo haremos en fundas de plástico de folios para evitar que se ponga muy duro.
¡Ya tenemos nuestro encaje comestible!
En cuanto lo ves quieres probar cientos de moldes con ello para ver el resultado.
Me parece un buen sustituto del fondant en cuanto a cosas delicadas ¿no os parece?
¡Hasta pronto!
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