¡Hola!
Parece mentira pero a mediados, casi finales, de septiembre ya estoy recuperando la rutina en todo.
Me levanto pronto para que la mañana sea productiva, me voy a dar clases por la tarde y antes de irme a dormir dejo todo preparado para por la mañana.
Parece increíble pero he conseguido mi rutina de nuevo, a ver cuanto dura...
Y aprovechando que el tiempo se va a poner lluvioso otra vez, he encendido el horno para hacer un bizcocho con sabor a Cádiz.
No es que sea típico de allí ni lleve ingredientes gaditanos ni nada por el estilo.
El primer día de playa pasamos por una pastelería y para merendar compramos unos cafés y unos bollitos.
Ana se enamoró inmediatamente de un trozo de bizcocho de zanahoria y coco, le faltó tiempo para decirme "esto me lo tienes que hacer cuando volvamos a Toledo"
Así que he estado esperando al mal tiempo para volver a encender el horno y degustar tranquilamente un pedacito de ese bizcocho.
Como podréis ver al final, yo he hecho dos versiones para comprobar la diferencia entre un molde de silicona y de metal.
El molde grande es de silicona y el pequeño es de metal, sin lugar a dudas el mejor es el de metal pero hay que amortizar lo que se tiene por casa ¿no?
Para ir probando siempre recomiendo silicona porque es más asequible y cuando cojamos más confianza con la repostería invertir en un buen material de cocina.
La receta es de El Pucherete de Mari, tiene recetas muy interesantes y fáciles de hacer, os recomiendo echarle un vistazo 😉
¡Vamos allá!
Añadimos la zanahoria rallada y mezclamos hasta que todo esté homogéneo, echamos el aceite y mezclamos. La textura será muy líquida pero no os preocupéis porque falta la parte sólida.
¡Ya tenemos nuestro Bizcocho de Zanahoria y Coco!
Es muy jugoso y si os gusta esa combinación de sabores es un acierto pero si aún no lo habéis probado esta es una buena ocasión, no os arrepentiréis 😊
Y vosotros ¿preferís silicona o metal?
¡Hasta pronto!
Parece mentira pero a mediados, casi finales, de septiembre ya estoy recuperando la rutina en todo.
Me levanto pronto para que la mañana sea productiva, me voy a dar clases por la tarde y antes de irme a dormir dejo todo preparado para por la mañana.
Parece increíble pero he conseguido mi rutina de nuevo, a ver cuanto dura...
Y aprovechando que el tiempo se va a poner lluvioso otra vez, he encendido el horno para hacer un bizcocho con sabor a Cádiz.
No es que sea típico de allí ni lleve ingredientes gaditanos ni nada por el estilo.
El primer día de playa pasamos por una pastelería y para merendar compramos unos cafés y unos bollitos.
Ana se enamoró inmediatamente de un trozo de bizcocho de zanahoria y coco, le faltó tiempo para decirme "esto me lo tienes que hacer cuando volvamos a Toledo"
Así que he estado esperando al mal tiempo para volver a encender el horno y degustar tranquilamente un pedacito de ese bizcocho.
El molde grande es de silicona y el pequeño es de metal, sin lugar a dudas el mejor es el de metal pero hay que amortizar lo que se tiene por casa ¿no?
Para ir probando siempre recomiendo silicona porque es más asequible y cuando cojamos más confianza con la repostería invertir en un buen material de cocina.
La receta es de El Pucherete de Mari, tiene recetas muy interesantes y fáciles de hacer, os recomiendo echarle un vistazo 😉
¡Vamos allá!
Bizcocho de Zanahoria y Coco
Ingredientes:
- 200 g harina
- 16 gr levadura
- 250 gr azúcar
- 250 gr zanahoria rallada
- 100 gr de coco
- 200 gr de aceite de oliva suave
- 4 huevos M
Empezamos precalentando el horno a 180ºC y eligiendo el molde que queramos, yo escogí dos, uno de silicona grande y otro de metal pequeño, ambos de Bundt cake.
Primero blanqueamos los huevos con el azúcar, no es necesario que monten, sólo que el color cambien y tenga textura crema. Añadimos el coco y batimos de nuevo para incorporarlo.
Añadimos la zanahoria rallada y mezclamos hasta que todo esté homogéneo, echamos el aceite y mezclamos. La textura será muy líquida pero no os preocupéis porque falta la parte sólida.
Tamizamos la levadura con la harina y se lo vamos añadiendo mientras mezclamos con una espátula con movimientos envolventes, veremos como empieza a coger consistencia aunque la textura final no es muy pesada.
Engrasamos con spray desmoldante el o los moldes y echamos la mezcla, horneamos un molde grande durante 40 minutos y un molde pequeño durante 15 o 20 minutos.
Sacamos y dejamos enfriar en el molde en la rejilla durante 20 minutos, le damos la vuelta y debe salir solo, dejamos enfriar por completo sobre la rejilla.
Para terminar, yo le he echado un poco de coco rallado por encima y parece que está nevado aunque si queréis no hace falta echarle nada por encima.
Es muy jugoso y si os gusta esa combinación de sabores es un acierto pero si aún no lo habéis probado esta es una buena ocasión, no os arrepentiréis 😊
Y vosotros ¿preferís silicona o metal?
¡Hasta pronto!
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