¡Hola!
Como véis el blog ya va recuperando su ritmo normal, os prometo que voy a intentar no volver a estar inactiva tanto tiempo porque para mí supone un cambio de rutina y estoy intentando acostumbrar a mi cuerpo a esa rutina.
Como ya os venía diciendo, el finde pasado estuve de cumpleaños e hice varios dulces para que todos los invitado los probasen.
Uno de ellos era totalmente nuevo para mí porque sólo lo había comido una vez, no lo había hecho nunca y sólo había oído hablar de ese postre a dos personas.
Aunque parecía muy fácil podría no salir bien, llevaba una semana un poco complicada y tenía miedo de que también estuviera al borde del desastre.
Por suerte, no fue así, y aunque no salió como yo hubiera querido el resultado fue de aprobado.
Y como tengo que volver a hacerlo puedo mejorar la primera impresión, además, tengo unas fuentes de horno muy monas sin estrenar.
No hay excusa.
Si todavía no sabéis de qué postre os estoy hablando os lo digo sin rodeos.
Se trata de la Baklava.
Ya os he dicho que sé muy poco de estos postres pero están deliciosos y son muy fáciles de hacer.
Por lo que he visto, hay muchas formas distintas pero yo he empezado por la básica, ya iré probando más formas.
La receta es de conpan.es aunque hay cientos de recetas, creo que la base es la pasta filo, el relleno y el almíbar, a partir de ahí podéis crear muchas combinaciones.
¡Vamos allá!
Baklava
Ingredientes:
- 1 paquete pasta filo
- 100 gr pistachos pelados sin sal
- 50 gr almendras laminadas
- 200 gr mantequilla
- 200 ml agua
- 120 gr azúcar
- 140 gr miel
- 1/2 palo de canela
- 2 cucharadas de agua de azahar
Empezamos triturando los pistachos hasta tener granos de pistachos, como el arroz. Derretimos la mantequilla y la mantenemos en ese estado porque vamos a mojar la pasta filo.
Antes de ponernos os voy a hacer un pequeño esquema de la estructura de este postre. Tenemos que poner el mismo número de hojas de pasta filo en la base y en la superficie dejando en el medio el relleno. Si tenemos 10 capas, 5 serán para la base y 5 para la superficie.
Primero pintamos la base de la fuente de horno con mantequilla y ponemos una hoja de pasta filo, la untamos bien de mantequilla y repetimos este proceso con todas hasta llegar a la mitad. Extendemos el relleno por toda la superficie sin dejarnos ninguna esquina sin relleno. Tapamos con las hojas de pasta filo con mantequilla, incluida la última.
Con un cuchillo bien afilado recortamos los bordes de las hojas para que no sobresalgan del molde. Ahora viene la parte complicada, tenemos que cortar la baklava en cuadrados o en rombos ya que esas serán las porciones individuales.
Este proceso lleva tiempo y hay que tener paciencia, debemos cortar todas las placas así que hay que clavar el cuchillo bien abajo.
Cuando tengamos todas las porciones cortadas las horneamos a 180ºC durante 30 minutos, después, lo tapamos con papel de aluminio, bajamos la temperatura hasta 160ºC y horneamos durante 15 minutos más.
Mientras podemos hacer el almíbar. En un cazo ponemos el agua, el azúcar y el palo de canela, llevamos a ebullición y dejamos que hierva durante 5 minutos. Añadimos la miel y el azahar y dejamos que hierva a fuego lento durante 5 minutos. La mezcla debe espesar ligeramente.
Sacamos la baklava del horno y lo colocamos sobre una rejilla, añadimos el almíbar para que empape bien el postre pero sin formar un charco en la parte inferior. Si necesita más almíbar se lo añadimos poco a poco.
Antes de ponernos os voy a hacer un pequeño esquema de la estructura de este postre. Tenemos que poner el mismo número de hojas de pasta filo en la base y en la superficie dejando en el medio el relleno. Si tenemos 10 capas, 5 serán para la base y 5 para la superficie.
Primero pintamos la base de la fuente de horno con mantequilla y ponemos una hoja de pasta filo, la untamos bien de mantequilla y repetimos este proceso con todas hasta llegar a la mitad. Extendemos el relleno por toda la superficie sin dejarnos ninguna esquina sin relleno. Tapamos con las hojas de pasta filo con mantequilla, incluida la última.
Con un cuchillo bien afilado recortamos los bordes de las hojas para que no sobresalgan del molde. Ahora viene la parte complicada, tenemos que cortar la baklava en cuadrados o en rombos ya que esas serán las porciones individuales.
Este proceso lleva tiempo y hay que tener paciencia, debemos cortar todas las placas así que hay que clavar el cuchillo bien abajo.
Cuando tengamos todas las porciones cortadas las horneamos a 180ºC durante 30 minutos, después, lo tapamos con papel de aluminio, bajamos la temperatura hasta 160ºC y horneamos durante 15 minutos más.
Mientras podemos hacer el almíbar. En un cazo ponemos el agua, el azúcar y el palo de canela, llevamos a ebullición y dejamos que hierva durante 5 minutos. Añadimos la miel y el azahar y dejamos que hierva a fuego lento durante 5 minutos. La mezcla debe espesar ligeramente.
Sacamos la baklava del horno y lo colocamos sobre una rejilla, añadimos el almíbar para que empape bien el postre pero sin formar un charco en la parte inferior. Si necesita más almíbar se lo añadimos poco a poco.
¡Ya tenemos nuestra delicia turca lista!
Son un auténtico vicio, no podrás comerte sólo una.
Además, vienen estupendamente para la hora del té o del café 😉
¡Hasta pronto!
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