Más fácil imposible ¡Pan a la sartén!

¿Cuántos de vosotros habéis querido hacer pan alguna vez pero os atascabais en alguna parte del proceso?

¿Cuántas veces habéis leído una receta sin entender la importancia de la fermentación?

Todas esas dudas se resuelven con el tiempo y la práctica  de hacer cientos y cientos de panes, ya sabéis que esto es ensayo y error.

Si el primer pan no sale bien no pasa nada, se repite.

En el Blog ya he compartido algunas recetas de pan super fáciles que podéis encontrar aquí.

Si yo puedo hacerlo, cualquiera puede.

La masas de pan no son para nada complicadas, somos nosotros mismos que nos convencemos en que es difícil.

Sólo hay que tener claros algunos conceptos y seguir al pie de la letra la receta, como en cualquier elaboración de pastelería.

Así que os animo a hacer masas de pan.

Pero la receta de hoy es diferente porque es muy fácil y está muy buena.

Es un pan simple y plano, a mí me daba sabor a tortitas, pero está buenísimo, si me descuido soy capaz de comerme todo.

La receta es del Blog El Amasadero, os recomiendo echarle un vistazo porque tiene recetas muy interesantes.

Él lo hace con cebolla y aceitunas pero yo se las he quitado, quería probar esta receta tal cual.

Este pan se hace a la sartén, así que debéis controlar muy bien el calor para que no se os queme pero para que se haga bien por dentro porque se os puede tostar por fuera y quedarse crudo por dentro.

¡Vamos allá!

Pan a la sartén

Ingredientes:

 - 500 gr de harina panadera (1/2 de harina de trigo + 1/2 de harina de fuerza)

 - 300 gr de agua

 - 9  gr de sal 

 - 20 gr de aceite de oliva

 - 1/2 cucharadita de levadura seca de panadero (2 gr)

Ponemos todos los ingredientes en el bol de la amasadora y con el accesorio del gancho amasamos el pan durante unos minutos hasta que veamos que se forma una bola y se despega de las paredes.

Dejamos reposar 5 minutos y lo sacamos a una superficie enharinada y amasamos suavemente con la manos haciendo pliegues en el pan hacia dentro.

Engrasamos un bol con aceite y dejamos que el pan fermente en un sitio cálido 1 hora y media o hasta que haya doblado su volumen.

Dividimos la masa en los panes que queramos y dejamos que vuelvan a reposar, tapados con un paño durante 10 minutos.

Calentamos una sartén a fuego suave, tenemos que tener la sartén lo suficientemente caliente como para hacer el pan pero muy suave para que no lo queme. Metemos algunos panes y tapamos la sartén con una tapa para crear una burbuja de calor que cueza el pan por todos lados.

En la receta pone que dejemos cocinar el pan durante 3 minutos pero yo lo dejaba 5 para asegurarme, los primeros se quemaron un poco porque el fuego estaba  muy fuerte pero fui bajando progresivamente el fuego hasta que di con la temperatura adecuada.

Les damos la vuelta y cocinamos durante el mismo tiempo bien tapados para que el calor se concentre más. Los sacamos y servimos bien calentitos o dejamos en una cesta cubiertos con un paño para que no se pongan duros.

¡Ya tenemos nuestros panes a la sartén hechos!

Ya os he dicho que son muy fáciles y además tienen un sabor muy peculiar.

Si sois paneros seguro que os encanta.

¡Hasta pronto!