Ya sé que debería haber publicado ayer.
Pero las fotos de la receta de hoy no estaban hechas y una receta sin foto pierde mucho ¿verdad?
Así que me he retrasado sólo un día de nada.
La verdad es que llevo varios días planificando las galletas para las comuniones que ya están a la vuelta de la esquina.
Estoy haciendo pedidos de cortadores, sellos y colorantes para estar súper preparada para la gran oleada de encargos que se me puede avecinar.
Que tal vez este año no haga nada de comuniones pero yo ya estoy preparada, no me va a pillar el toro 😉
Además, tengo unos experimentos pendientes por hacer que si salen tal y como lo estoy pensando van a quedar preciosos.
Seguro que estoy muy contenta cuando haga uno pero si me toca hacer 40... acabaré hasta el moño 😂
En verdad, aunque a veces me queje no lo hago en serio porque me encanta lo que hago 😊
Os prometo que en cuanto el experimento esté terminado y se acerquen las comuniones os haré un post dedicado sólo a las galletas de comunión y a cómo decorarlas, que, aunque parece que sólo hay un modelo, en verdad hay cientos de ideas.
Ahora pasamos a la receta de hoy.
¿Os acordáis cuando hice trufas?
Os contaba la historia de cuando me pasaba horas formando trufas en la empresa en la hacía las prácticas y decidí hacerlas en casa.
Compartí tres recetas; una de Trufas de chocolate negro, otra de Trufas de chocolate blanco y coco y por último, las Trufas de galleta.
Todas esas recetas las tenéis en este link.
Pero hoy me he decidido a probar una receta de mi queridísima Alma Obregón, si es que todo lo que hace está bueno.
Así que hoy os traigo una receta nueva de Trufas que están para chuparse los dedos.
Ellas las reboza en cacao en polvo y en coco pero yo he sido más tradicional y las he rebozado en fideos de chocolate.
¡Vamos allá!
Trufas al ron y al whisky
Ingredientes:
- 200 gr de nata
- 200 gr de chocolate negro
- 25 gr de mantequilla
- 1 cucharada de ron o de whisky
- Fideos de chocolate, cacao en polvo... lo que queráis.
Empezamos calentando la nata con la mantequilla hasta que empiece a hervir, mientras esto se caliente troceamos el chocolate lo más pequeño posible para que se derrita más fácilmente.
Echamos la nata sobre el chocolate y mezclamos hasta que tengamos una ganache brillante y sin ningún grumo. Añadimos el licor que queramos o podemos partir la mezcla a la mitad y echar 1/2 cucharadita de ron a una y 1/2 de whisky a la otra.
Dejamos que la mezcla se enfríe en el frigorífico al menos una noche bien tapada por film a piel para que no cree costra.
Formamos las trufas con unos guantes porque se derrite con mirarlo y las rebozamos en lo que queramos. Yo he hecho trufas de 15 gramos aproximadamente aunque podéis hacerlas del peso que queráis.
Las ponemos en sus papelitos de trufas y nos las comemos sin esperar porque solo de formarlas nos van a dar ganas de chuparnos los dedos.
¡Ya tenemos las trufas hechas!
Nos las podemos comer acompañadas de un té o de un café bien suave para destacar el sabor del chocolate.
Por supuesto las podéis hacer sin alcohol, es opcional aunque le da un aroma muy bueno.
¡Hasta pronto!
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