Buenas noticias ¡Tarta Mousse de Café y Chocolate

¡Ya estoy por aquí!

La semana pasada no pude colgar ninguna receta porque estaba mala y ayer no pude por un problemilla técnico pero hoy sí que sí vais a tener vuestra receta.

Y no solo una receta nueva, además, os traigo un gran notición.

¡Voy a hacer un curso de afición a profesión de la mano de Dulces Ilusiones!

Estoy muy emocionada porque he sido elegida entre más de 300 personas que también habían participado rellenando sus formularios y que, por supuesto, están deseando cumplir sus sueños y es que compartimos una misma meta.

Sólo puedo agradecer a Natalia de Dulces Ilusiones por darme esta oportunidad para aprender más y tener más cerca mis sueños.

Esto es un paso más en mi camino y cada vez veo que estoy más y más cerca de conseguirlo 😊

El curso empieza el día 18 y dura una semana, es un intensivo online al que quiero dedicar muchas horas, todas las que pueda, para exprimir hasta la última gota todos los conocimientos que nos vayan a enseñar.

Por otro lado, y no menos importante, el día 14 de febrero, a parte de ser San Valentin, fue el cumpleaños de la abuela de Martin y no pudimos celebrarlo ese día porque entre semana es más complicado, así que hoy me voy de cumpleaños 😉

¡Y en ningún cumpleaños puede faltar una buena tarta!

Así que hoy os traigo la receta de esta deliciosa ¡Tarta Mousse de Café y Chocolate!

La verdad es que ha sido una tarta Frankestein porque he mezclado varias recetas para crearla pero todas son del blog de Megasilvita

¡Vamos allá!

Tarta de Mousse de Café y Chocolate

Ingredientes bizcocho:

 - 120 gr harina

 - 25 gr maicena

 - 20 gr cacao en polvo

 - 5 huevos M

 - 170 gr azúcar

 - 12 gr mantequilla

Ingredientes mousse:

 - 22 gr gelatina en polvo

 - 70 ml  agua fría

 - 160 ml  café expresso

 - 150 gr  azúcar

 - 375 gr queso mascarpone a temperatura ambiente

 - 550 ml nata montar

Decoración:

 - Fresas

 - Frambuesas

 - Galletas tipo Oreo

 - Galletas tipo Chiquilin

Empezamos precalentando el horno a 180ºC y engrasando el molde que vamos a usar, os recomiendo forrar vuestro molde con papel de horno, da unos resultados perfectos.

Primero vamos a tamizar los secos, es decir, la harina, la maicena y el cacao. Por otro lado vamos a montar los huevos en un baño María con el azúcar hasta que la mezcla doble su tamaño y se caliente.

Cuando hayan montado lo quitamos del baño María y batimos hasta que se haya enfriado.

Derretimos la mantequilla y esperamos a que esté a temperatura ambiente, se lo añadimos a los huevos con movimientos envolventes.

Añadimos la mezcla de los polvos y mezclamos con movimientos envolventes hasta que tengamos todo muy bien integrado y la masa no haya bajado.

En este momento hay que tener mucha paciencia porque los polvos se bajarán al fondo y debemos evitar que se hagan grumos.

Echamos la masa en el molde y horneamos 40 minutos aproximadamente o hasta que pinchemos el bizcocho y salga limpio. En este tipo de bizcochos esponjosos es muy importante pinchar cuando estemos seguros de que está hecho, de lo contrario crearemos un agujero por donde se escapará todo el aire y el bizcocho se bajará.

Enfriamos unos minutos en el molde y después sobre la rejilla hasta enfriar completamente. Podemos envolverlo en film para usarlo en otro momento aunque este bizcocho es mejor usarlo cuanto antes.

También es importante pintar los bizcochos con almíbar antes de poner la crema para que no queden secos.

Mientras el bizcocho se enfría podemos hacer la mousse. Primero preparamos el molde que vayamos a usar, yo utilicé el mismo que el del horneado pero forrado con láminas de acetato.

Empezamos hidratando la gelatina en el agua fría hasta que se quede como una esponja. Mientras podemos semimontar la nata, no tiene que estar ni muy dura ni muy líquida, reservamos en frío.

Calentamos la gelatina durante unos segundos en el microondas y lo mezclamos con el café que debe estar templado. En un bol batimos el queso mascarpone con el azúcar y el café hasta tener una mezcla bien integrada. Si se corta no pasa nada, continuamos batiendo hasta que se haya arreglado o aplicamos un poco de calor al bol  mientras batimos.

Mezclamos la crema de café con la nata con la batidora a velocidad baja-media sin pausa porque la gelatina empezará a hacer su efecto y será muy complicado manejarla.

Cuando tengamos todo bien mezclado comenzamos el montaje.

Cortamos el bizcocho en las capas que admita, a mí me salieron 3. Ponemos una capa en la base de molde y la mojamos bien en almíbar, yo tenía un almíbar de café al que quería darle uso pero podéis usar cualquiera. Ponemos una buena cucharada de mousse y extendemos hasta que todo se haya repartido bien y alisamos.

Colocamos otra capa de bizcocho encima y volvemos a mojarla en almíbar, ponemos otra capa de mousse y repetimos la misma operación de antes hasta acabar con el bizcocho y con la mousse.

Yo me reservé un poco de mousse para ponerle una última capa por encima no tan gruesa como las que van de relleno. Tapamos con film y reservamos en nevera un mínimo de 6 horas o toda la noche.

Para quitarle el acetato os recomiendo congelarla, ya veréis como se quita muy fácil.

La crema de los rosetones es un frosting que me sobraba de otra tarta, las galletas las corté a la mitad las y las clavé para apoyar la fruta. La decoración es libre, a mí me gustó esta para aprovechar la fruta que tenía por casa.

¡Ya tenemos nuestra tarta lista!

Es ideal para los amantes del café porque tiene un sabor suave a café que combina a la perfección con el bizcocho de chocolate.

Una última cosa.

No dejéis nunca de luchar por lo que queréis y aunque las cosas se pongan muy feas o no salgan como esperáis recordad que no hay mal que por bien no venga, y que todo en esta vida pasa por algo.

Si queréis algo perseguidlo hasta que lo tengáis, que nada ni nadie os eche para atrás en vuestros sueños.

¡Hasta pronto!