Desde que pasamos el 15 de Agosto estoy nerviosa.
Porque quiero que termine agosto y con el mes, el calor.
¡Y ya queda poquito para septiembre!
Y espero que para el cambio de tiempo también.
Tengo muchas ganas de volver a vestir mis camisas, mis pantalones largos, mis jerseys y botas calentitas... qué morriña.
Aunque echaré de menos los postres fríos que no tienen nada de malo tampoco, y ya sabéis que me gusta hacer postres fresquitos con frutas y de eso trata la entrada de hoy.
Me gusta la fruta pero no predico con el ejemplo porque como muy poquita, aunque cada vez que tengo una oportunidad, intento usarla en mis postres, le da un toque natural tanto al sabor como a la vista.
Así que aquí estoy.
Negándome a encender el horno pero queriendo hacer postres, ya sabéis que eso no es imposible.
Y por todo eso y más he elaborado esta deliciosa Tarta Helada de Piña.
No es empalagosa, es muy fresquita y los bizcochos de soletilla le dan un toque diferente a las típicas tartas veraniegas.
Merece mucho la pena hincarle el diente 😉
Es una receta que vi en el Blog de Megasilvita y a parte de llamarte la atención visualmente, me pareció un postre genial para calmar el calor.
Ya la verdad es que un trocito de esta tarta era el cielo después de comer 😋
¡Vamos con la receta!
Tarta Helada de Piña
Ingredientes:
- 2 latas pequeñas de piña en su jugo
- 2 paquetes de bizcochos de soletilla
- 6 gr de láminas de gelatina
- 250 ml de nata para montar
- 3 cucharadas de leche condensada
- 375 gr de yogur de piña
Antes de empezar, necesitaréis un molde rectangular desmoldable o, como he hecho yo, de silicona de unos 22 cm.
Sin embargo, podéis hacer esta tarta en redonda y quedará tan bonita como si la hicierais en rectangular 😊
Primero mojamos los bizcochos de soletilla en el juego de piña y formamos la base de la tarta en el molde, intentad cubrir todos los huecos posibles. Cortamos las rodajas de piña a la mitad y las colocamos en los laterales del molde bien pegadas a las paredes. Reservamos en el frigorífico.
Para el relleno tenemos que hidratar la gelatina en un poco de agua fría, mientras, montamos la nata que debe estar bien fría.
Le añadimos los yogures con movimientos envolventes y, después, la leche condensada del mismo modo.
Cortamos en trocitos algunas rodajas de piña y se lo añadimos mezclando con cuidado de no bajar la mezcla.
Escurrimos la gelatina y con dos cucharaditas del agua de la hidratación lo meteremos en el microondas unos segundos para deshacer la gelatina y tener una mezcla homogénea.
Se lo añadimos a la crema y mezclamos con suavidad.
Sacamos el molde del frigorífico y vertemos la crema con cuidado de no caer las rodajas de piña de los laterales.
Volvemos a mojar algunos bizcochos de soletilla en el jugo de piña y los colocamos en la parte de arriba para terminar nuestra deliciosa tarta.
Dejamos reposar en la nevera un mínimo de 6 horas aunque si lo dejáis una noche mucho mejor. Para desmoldar os recomiendo meter la tarta en el congelador al menos 1 hora, ya veréis como sale sola 😊
¿Habéis visto que bonitas quedan las rodajas de piña? |
Esta tarta se come sola pero podéis acompañarlo de lo que queráis, yo había pensando en mezclar un poco de Piña Colada con el jugo de piña para mojar los bizcochitos pero me contuve 😁
Ya sabéis que hay miles de posibilidades y que estos pequeños detalles no cambian la estructura de la receta así que no dudéis en dar vuestro toque personal a cada receta porque al final es lo que se queda en el paladar y, por supuesto, en la memoria 😉
¡Hasta pronto!
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