Desde que empecé el Grado Superior de Cocina me surgió la necesidad de hacer todas, o al menos la gran mayoría, las comidas caseras.
¿Qué quiero decir con esto? Bien, hacer un plato completo con lo que tuviera en casa.
Empecé a plantar mis propias hierbas aromáticas, mis propias hortalizas y mis frutas.
Primero empecé con el pan, ningún fin de semana comprábamos pan porque lo hacía yo y era un auténtico placer llenar la casa del olor de pan recién hecho.
Mi siguiente objetivo eran los Roscones, desde que empecé a hacerlos sólo compramos uno pequeño relleno de trufa porque me encanta disfrutar de algún postre que no haya hecho yo.
Y desde hace un año quise dar el salto a la Pasta Fresca pero quería usar la máquina de pasta aunque en verdad no es indispensable tenerla pero sé cuanto agiliza el trabajo.
Así que este año, ni corta ni perezosa, me he comprado la máquina de pasta que anuncian todos los años en el Lidl.
Ya os habré contado cuánto me gusta el Lidl, no he tenido problemas con sus productos y además, me parecen de muy buena calidad, así que cada vez que veo algo que me gusta anunciado en el Lidl no dudo en cogerlo.
La cosa es que yo ya tenía una receta de Pasta fresca guardada pero sin máquina no me voy a poner a hacerlo porque soy así.
Así que ahora que tengo la receta, la máquina, la sémola y muchas ganas me puse manos a la obra a elaborar Pasta Fresca.
Antes de nada, la receta la he sacado del Blog de Maria Lunarillos donde lo explican paso a paso y ya veréis como es muy fácil y cualquiera puede hacerlo.
La fórmula base que se explica en el Blog es 100 gr de sémola o harina con 1 huevo por persona.
Esta fórmula depende de muchas cosas, os animo a leer el post para saber más de la pasta.
Yo he hecho dos versiones, una con sémola que lo podéis encontrar en Mercadona y otra con Harina 00 que es la harina de trigo que usamos para todo.
Así puedo ver cuál me convence más y para la próxima hacer una apuesta segura.
¡Vamos con la receta!
Pasta Fresca
Ingredientes:
- 300 gr de sémola de trigo o Harina 00
- 3 huevos
- Una pizca de sal
Empezamos haciendo un volcán con la sémola o la harina, en el centro echamos el huevo con la sal y batimos añadiendo desde los lados el sólido.
Mezclaremos hasta que obtengamos una masa pegajosa y que podamos manejar con las manos. Empezaremos a amasar, lo podéis hacer a máquina pero a mí me gusta toquetear las masas.
Amasaremos hasta que tengamos una masa elástica y casi lisa. La mejor forma de comprobarlo es apretarla con un dedo y si recupera su forma rápidamente ya la tendremos lista.
Si se os ha quedado muy húmeda podéis añadirlo un poco de sémola o harina, al igual que si os ha quedado muy seca podéis añadir un poco de huevo o agua.
La cuestión es ajustar esta receta a nuestras necesidades así que id probando.
¿Véis la diferencia entre sémola y harina? |
La metemos en la máquina con el número más alto y vamos reduciendo hasta llegar al 4 ó 5 si queréis tallarines aunque el grosor depende de vosotros pero cuanto más fino sea será más difícil de manejar.
Tened mucho cuidado porque la pasta se seca con mirarla así que evitad dejarla expuesta al aire.
Después de tener todas las planchas estiradas usaremos el accesorio para cortar tallarines y los pondremos a secar en una bandeja con un poco de sémola o harina para evitar que se peguen entre ellos.
Si tenéis un secador de flores podéis colgarlos allí, es como un secador de pasta 😉
Cuando la tengamos seca pondremos a hervir agua con un poco de sal aunque es opcional. Cuando el agua hierva echaremos la pasta y la coceremos unos 13 minutos aproximadamente. Yo la tuve ese tiempo y se me quedó un poco durita pero es como me gusta.
¡Ya tenéis la pasta lista para comer y acompañar con cualquier salsa!
Ya habéis visto que es muy fácil y además sale riquísima.
Si vais a comer la pasta en ensalada os recomiendo que la aliñéis porque está un poco insípida pero si la coméis acompañada con otra cosa cogerá otro sabor.
Respecto a la diferencia entre la pasta con sémola o con harina, la verdad es que al tacto sí se nota pero en el sabor apenas noto la diferencia.
La pasta con sémola sabe un poco más fuerte que la de harina que es suavidad absoluta pero creo que si me pusieran dos platos con pasta y me pidieran que las diferenciara, no sería capaz.
De todos modos, no viene mal probar las dos formas de hacer pasta, así te familiarizas con el sabor de la sémola y pruebas cosas nuevas.
Mi nota para ambas pastas es un 10 😊
En el próximo post os cuento con qué acompañé esta deliciosa pasta, aquí os dejo un adelanto 😉
¡Hasta pronto!
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