Recetas

viernes, 1 de junio de 2018

El verano está a la vuelta de la esquina ¡Helado Vainilla sin máquina!

¡Ya estamos en Junio!

Aunque la verdad es que no lo parece.
Yo recuerdo que el año pasado a estas alturas yo ya tenía puesto mi champiñón y de vez en cuando me daba un bañito.
El champiñón, como yo lo llamo, es una piscina de quita y pon que tiene forma de champiñón, es más bien pequeña pero te puedes dar un remojón cuando el hace calor 😉

Así que este año mi piscina tendrá que esperar unos días más a ver si se calma este tiempo loco, aunque me encantan estas tormentas pero sé que hay que dejar que llegue el verano.

Además, el verano es la época de descanso parcial del horno, al menos del mío porque apenas lo toco, se merece unas vacaciones.
En verano aprovecho para hacer postres más fresquitos, sin horno, sin ningún tipo de fuente de calor, todo frío.
Y uno de esos postres ¡son los helados!

Por eso estamos aquí hoy, por los helados.
Aunque yo ya abrí la veda hace algunos meses cuando hice mi primer helado de la temporada allá por Abril, oficialmente, hoy, 1 de junio, ¡podemos empezar a hacer helados!

Y ya sabéis mi consejo, si podéis hacerlos con una heladera ¡hacedlo! Sin ninguna duda.
Yo le di bastante uso el año pasado y para nada es un cacharro más.
Aunque para la receta que os traigo hoy no hace falta tener heladera 😊

Es muy fácil de hacer y además está buenísimo.
Personalmente, me encantan los helados de vainilla con los puntitos negros de las semillas, es una manía, pero me da la sensación que le da otro sabor que si sólo usas esencia o aroma.

La receta la he sacado de la página Passion for Baking, está en inglés pero es muy fácil traducir. Tiene muchas recetas de dulces y la verdad es que las que he probado son increíbles, ya os las iré trayendo en español poco a poco 😉

¡Vamos con la receta!



Helado de Vainilla (sin máquina)

Ingredientes:
- 500 ml de nata para montar
- 150 gr de leche condensada
- 1-2 cucharadas de esencia de vanilla
- Semillas de 1/2 vaina de vainilla


Empezamos montando la nata hasta que la tengamos semi-montada, no hace falta que quede dura.
Añadimos la leche condensada y la vainilla, mezclamos con una espátula con movimientos envolventes.

Probamos y echamos más vainilla si la necesita, recuerdo que tuve que echar 4 cucharadas de la esencia que yo uso (Vahiné) hasta que le dio el toque que yo quería, más la media vaina de vainilla.
Si vosotros usáis una esencia distinta y más fuerte os recomiendo seguir la receta y probarlo antes de añadir más, ya sabéis que las cantidades de azúcar y de esencia va en función de los gustos personales.

Vertemos la mezcla en un recipiente hermético y metemos en el congelador durante 5 horas o toda la noche. Antes de servir os recomiendo sacarlo un poco para que podáis sacar bien las bolas.

Podéis comerlo sólo o acompañado de cualquier sirope o cualquier postre, este fue el helado que usé en el Mugcake de Brownie y la mezcla de ambos está deliciosa 😉
¿No son estos Sprinkles un amor? 😉
Ya veis que ha sido muy fácil y que está buenísimo, es un buen recurso para tener en el congelador y cuando te apetezca comerte una bola, pero cuidado, porque es adictivo 😋

Por cierto ¡estad atentos a la siguiente entrada porque es muy especial! 😉

¡Hasta pronto!

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