Recetas

martes, 27 de marzo de 2018

Olores y sabores tradicionales ¡Torrijas!

Desde hace unas semanas se puede oler la Semana Santa.

Donde yo vivo empezó el jueves aunque las Torrijas se podían oler desde hace al menos una semana y es que no sólo aquí, en todos lados han empezado a cocinar torrijas casi desde que empezó Marzo.
Es más, hace una semana se celebró el concurso de Torrijas en Madrid, tanto tradicional como innovadora.
Tenemos que reconocer que la Torrija es un dulce que sí o sí hay que comer en Semana Santa.

Sin embargo, a mí no me gusta.

No, la Torrija no me gusta, prefiero otros postres de Semana Santa como las rosquillas.
Y aunque no me guste como tal, me encanta su olor aunque la canela tiene que ver, creo que me gustan casi todos los postres que lleven canela 😋

Tal vez sea una de las pocas personas a las que no les guste pero es que el postre que lleve pan mojado... me da no se qué comérmelo. Soy un poco demasiado especialita con las comidas 😰

Rara vez cocinaré o colgaré alguna receta que no me guste o que no haya probado, pero hoy es una excepción.
Además, la receta de Torrijas que os traigo es la de mi madre y ya sabéis lo que dicen de los postres de las madres 😉

¡Allá vamos!


Torrijas Tradicionales

Ingredientes:
- 1,5 l de leche
- 1 barra de pan de torrijas o pan duro
- 5 huevos XL
- 2 ramas de canela
- Cáscara de limón y de naranja
- 10 pastillas de sacarina (opcional)
- 1 cucharadita de canela en polvo
- 3 cucharaditas de sacarina en polvo


Primero infusionamos la leche con la canela en la rama y las cáscaras de limón y naranja. Cuando esté caliente le añadimos las pastillas de sacarina y movemos hasta que se haya disuelto.
Retiramos del fuego y esperamos a que la mezcla se enfríe para que no se rompa el pan, después le quitamos los aromas.

Preparamos una sartén con aceite y lo calentamos a fuego medio.
Mientras, batimos los huevos en un bol.

Mojamos el pan en la leche y dejamos que escurra sobre un escurridor de verduras o un colador siempre con otro bol debajo para aprovechar la leche que caiga.
Cuando escurra un poco las bañamos en huevo y freímos hasta que se doren por cada lado.

Las sacamos y dejamos que escurran aceite sobre papel de cocina. Le añadimos la mezcla de sacarina  y canela en polvo mientras estén calientes.
Servimos solas o acompañadas con un buen rosetón de nata.
¡Y ya las tenemos preparadas y listas para comer!

Espero que os pongáis manos a la obra y hagáis torrijas, no sólo las tradicionales, hay mil sabores por experimentar y probar así que no os conforméis sólo con las típicas 😊

¡Hasta pronto! 😉

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